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El lunes 30 de junio, el gerente general de la agencia de publicidad Kepel y Mata se reunió con el Observatorio para tomar los reclamos que llegaron a este espacio por el aviso “Jorge de Finanzas” del juego Trivia Clarín. En esa publicidad el protagonista aparece ocupando un rol arquetípico de “el que se las sabe todas” y en ese marco hace aseveraciones que refuerzan estereotipos hacia diferentes colectivos que participaron del Mundial, sobre todo repitiendo conceptos arabofóbicos.
En la reunión el creativo expuso que justamente los mismos estaban en boca de un personaje negativo y que por tanto el mensaje no suscribía tal idea, pero que a partir del informe del Observatorio, tanto la empresa Clarín como la agencia, decidieron levantar la pauta porque vieron que en efecto algunas personas podrían haberse sentido discriminadas por dichos comentarios aunque fueran en clave de humor.
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El Observatorio de la discriminación en radio y televisión analizó el spot Irán de la campaña publicitaria Jorge de Finanzas del juego Trivia Clarín en el que el ganador es premiado con un viaje al mundial de Brasil. La publicidad se centra en el personaje de Jorge, de Finanzas, que cumple un rol arquetípico de oficinista “tirafruta”, es decir, que opina de todo. El juego consiste en “taparle la boca” demostrando que uno/a sabe más en un juego de preguntas y respuestas sobre el mundial.

El elemento humorístico de esta campaña se basa en enunciados discriminatorios señalando las diferencias en tono de burla. Se refuerzan estereotipos hacia diferentes colectivos en el marco del mundial de fútbol a realizarse este año, en particular estereotipos arabofóbicos.

El Plan Nacional contra la Discriminación señala como una práctica social discriminatoria la creación o colaboración de estereotipos de cualquier grupo humano por características reales o imaginarias, sean éstas del tipo que fueran, sean éstas positivas o negativas y se vinculen a características innatas o adquiridas (1).

Jorge habla de uno de los contrincantes del equipo argentino en el Mundial, Irán, utilizando referencias estigamtizantes:

“Irán, irán, pero no sabemos si volverán… Dejan la vida en la cancha… El nueve tiene un misil en el pie, te bombardean al centro todo el tiempo. Las minas en la tribuna están on fire, están que explotan.”

Podemos ver claramente que se vincula a las personas iraníes con el fundamentalismo, el terrorismo y los atentados suicidas. Se trata de una práctica habitual desde hace años pero que sin embargo se reforzó después del atentado del 11 de septiembre en Estados Unidos. Desde hace algún tiempo, la multiplicidad identitaria que incluye a árabes, islámicos y musulmanes ha sido reducido a un único genotipo hollywoodense que encarna el “malo de la película” o el antihéroe.

Esta vinculación con el terrorismo, refuerza estereotipos de peligrosidad hacia esta población. Las expresiones estereotipadas de burla o los insultos, especialmente si son mensajes emitidos por los medios de comunicación masiva, tienen efectos muy claros y pueden habilitar acciones y convocar a la violencia. Aunque sean dichos por personajes que aparecerían como susceptibles a ser criticados, tal como Jorge, de Finanzas, “el sabelotodo” de la oficina.
Esto es así porque el chiste o la burla también pueden ser formas de discriminación cuando su “efecto” o “gracia” descansa en la identificación de las características de un grupo o colectivo social. La risa puede herir la dignidad de los grupos a pesar de que su formulación como broma se perciba como algo poco grave y “aceptable” por el contexto en el que se enuncia (2).

Al basarse en principios aparentemente “naturales”, la risa y la comicidad no sólo niegan la condición ideológica de los prejuicios sino que refuerzan la diferencia y reproducen las relaciones de desigualdad. Las modalidades humorístico-cómicas pueden habilitar el ejercicio de ciertas prácticas de violencia simbólica. Al respecto, Pierre Bourdieu define la violencia simbólica como “todo poder que logra imponer significaciones e imponerlas como legítimas disimulando las relaciones de fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir, propiamente simbólica, a esas relaciones de fuerza” (3). Podemos hablar entonces de una violencia simbólica ejercida sobre distintos grupos sociales como manera de reproducir, instalar y legitimar las relaciones de subordinación y poder que se establecen en una sociedad, a través del humor.

En los comentarios analizados, más allá de su evidente carácter discriminatorio, no está demás señalar, por darse en todos los casos en un contexto humorístico o cómico, que un acto discriminatorio no se define por su intencionalidad. Es decir, la persona puede no tener como finalidad discriminar y sin embargo hacerlo. Por lo tanto, la discriminación debe medirse por las condiciones y el resultado de las acciones y no por su intencionalidad.

Podemos agregar, que una forma “camuflada” de discurso discriminatorio son los estereotipos. El estereotipo (queda claro que también el personaje de Jorge representa uno) es la asociación de determinadas personas a ciertas características, conductas, etc. Esta asociación simplifica y deforma la realidad.

Todas estas creencias son prejuicios. Estas formas de discriminación son tan graves como las abiertas e intencionales porque crean sentimientos de inferioridad y superioridad entre las personas y sustentan desigualdades reales(4). La exclusión y la discriminación se producen por estereotipos que se logran a partir de oposiciones que distribuyen tanto valores como rasgos estigmatizantes: la exclusión es representada como consecuencia del mal desempeño o falta de adecuación de los sujetos, la sexualidad como enfermedad, la persecución como defensa ante la anomia y el descontrol de los grupos.

En el ámbito del deporte, particularmente el fútbol es habitual la utilización de expresiones discriminatorias. La discriminación en el fútbol no es un fenómeno aislado o eventual, sino que refleja la existencia de un comportamiento discriminatorio, xenófobo y racista arraigado, sistemático y hasta “naturalizado”, de determinados/as participantes y protagonistas de los eventos en cuestión. Es importante trabajar para desarraigar la creencia de que “está todo permitido en el fútbol” y que tales conductas pertenecen al “folklore” normal y típico de los encuentros futbolísticos. Dicha concepción significaría sin más la naturalización, perpetuación, permisividad, tolerancia e instigación de conductas discriminatorias, xenófobas y racistas que se realizan en dicho contexto, debido a que la propia idiosincrasia del fútbol lo “justificaría” todo.

En conclusión, el refuerzo de estereotipos produce discriminación y expone a las personas a ser sujeto de violencia, más aún si son mensajes emitidos en los medios de comunicación masiva en el contexto competitivo de un mundial de fútbol donde el eje de la competencia debe estar en la disputa deportiva, y no en fomentar ideas racistas, homofóbicas y xenofóbicas que promueven la violencia.

Recomendaciones (5)

1) Evitar las expresiones xenófobas.
2) Cuestionar los estereotipos que el sentido común establece en relación con la desigualdad y las diferencias haciendo visible que las imágenes binarias construidas a partir de rasgos asignados como características constantes, atemporales y ahistóricas, se basan en procesos ideológicos. Estas tipologías son las que habilitan la burla y el desprecio hacia prácticas que no responden a los parámetros de “normalidad” (hombre blanco, heterosexual, de clase media).
3) Sugerimos evitar caracterizaciones y “perfiles” que impliquen una naturalización del prejuicio, la burla y/o el insulto, o la exposición de los conflictos por géneros u orientaciones y prácticas sexuales no normativas como nota de color o pintoresquismo.
4) Tratar como prácticas discriminatorias los gestos, epítetos o comentarios burlescos o injuriosos producidos por miembros de la industria del espectáculo, el deporte o por celebridades públicas que suelen justificar sus enunciados excluyentes al considerarlos dentro de sus “contextos particulares”.

Notas

1) Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación. La discriminación en Argentina. Diagnóstico y propuestas (2005), Buenos Aires, Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Instituto Nacional contra la Discriminación, p. 29
2) Batiuk, Verona, Derechos y Justicia: para vos, para mí y para tod@s, coordinado por Malena Derdoy y Soledad Pujo, 1ª ed. Buenos Aires, Fundación CIPPEC, 2006.
3) Bourdieu, P. y Passeron, J.C., La reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza,España, Ed. Fontamara S.A., 1979.
4) Batiuk, op. cit
5) Las recomendaciones se realizan en concordancia con lo expuesto por el citado Instructivo del Área Queer de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.