BabyEtchecopar

Tras recibir varios reclamos por un segmento del Programa “El Ángel del Mediodía” del 01/07/15 conducido por Baby Etchecopar por Radio 10 (AM 710), el Observatorio realizó el informe que figura a continuación. Asimismo se comunicó con la productora general del ciclo que admitió algunas de las cuestiones que aquí se señalan, pero minimizó otras que consideramos absolutamente discriminatorias por lo que también el segmento será evaluado por otras áreas de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Transcripción

El segmento observado se inicia con una referencia de Baby Etchecopar (BE) a la separación del periodista de espectáculos Jorge Rial (JR) de Mariana Antoniale (MA), conocida popularmente como “La Niña Loly”. BE alude asimismo a una supuesta relación de pareja que mantendría JR con Tamara Pettinato (TP), una de las hijas del conductor Roberto Pettinato:

BE: Yo la veo más a Tamara que a Loly para él…

Locutora: ¿Te parece?

BE: Y más aceptada…Es periodista. Una mina con la que podés conversar.

Aquí la locutora se refiere a una información que circuló por las redes sociales respecto a la relación en JR y TP. Y al respecto remarca que él la habría invitado a su casa para que le hiciera “compañía” pero no para cuidar de sus hijas.

BE: A las pibas se las cuidó “La Loly”…“La Loly” no les cuidó a las pibas porque  Jorge Rial se lo pidió, dijo… “le entro a las pibas y si le entro a las pibas, entro a la casa”. ¿Viste cómo es cuando te comen las anchoas? Vos dejás las ventanas abiertas, entran, te comen el pescado…

Locutora: Es feo, claro. Porque para las chicas había sido como la mamá o una segunda mamá.

BE: Silvia –refiriéndose a la ex mujer de Jorge Rial– tendría lo que tendría, yo no la conozco, pero es la mamá.  Cuando lo que se abre de gambas y tiene a los pibes es la mamá. La que va a dormir con el padre no es la madre. Aunque te parezca mucho más linda, mucho glamour…

Luego BE repasa las páginas de la revista Gente y comenta “glamour es la hija de Onassis cabalgando, los pibes de Mónaco. Eso es glamour. Esto es unos mangos y tuneadas… –en referencia a Mariana Antoniale.

Locutora: Ellas, las dos nenas de Rial, se llevaban mal con Silvia [su madre].

BE: Es un problema personal de ellas. Yo no me meto. Donde sí me meto es que lo primero que hace una mina que se quiere “conchabar” en una casa… ¿Sabés que me caga la vida a mí? Es que yo pienso retorcidamente. Yo soy una mierda retorcida… La historia es así: la mina viene del Interior. Vos lo peor que te puede pasar cuando ves a estas pibas en TV es conocerle a la familia.  Me decían que ayer  la Kampfer estaba desesperada para que no le enfoquen a la madre. Porque cuando vos ves a los padres, te das cuenta de donde vienen los hijos. O sea, si vos ves a “Los Menditegui” y enfocás a cualquiera de “Los Menditegui”, sabés de dónde viene Menditegui. Ves a Macri, lo ves al viejo, sabés de dónde viene Macri.  Vos ves la familia de cada uno y sabés de dónde viene.

Locutora: De origen humilde….

BE: Ahora si vos ves a esta chica “La Loly” o a cualquiera de éstas y las familias. Es como las que están en “El Bailando” con las de Maradona. Te das cuenta de dónde vienen. La diferencia entre una chica que trabaja de mucama y esta chica que trabaja ahí es que una agarró para un lado y otra agarró para otro. La más fea la toman para laburar en oficina, en casa de familia. Y la más linda las eligen –previo casting-las ponen en un book, fotos en bolas, y las empiezan a meter en el ambiente artístico”.

Una de las colaboradoras de BE agrega “Lo que se le llama modelo…”.

BE “Se agarran de cualquier palo para mantenerse a flote. Ven en un conductor de televisión, o un conductor de radio o un conductor de aviones “Un buen hueso” dicen ellas. ¡Ah, un tipo con guita, con buena pinta, con buen auto! ¡Una casa de puta madre! (bip).  Estas minas en los boliches conocen a quinientos tipos por día. ¿Por qué se enamoran siempre del famoso y rico?

Locutora: Nunca un sodero…

BE: Esta “desaparecida” en acción que estaba con Osvaldo…

Locutora: Barón…

BE: No, Militta Bora.

Locutores: Porque la fama y el poder económico seducen. ¿Cómo no van a seducir?

BE: Pero ellas tienen razón. El que no tiene razón es uno. Si uno cree que ese minón. Minón entre comillas, muchos creen que les gusta. Para mí no. El otro día alguien me dijo: “¿Y qué querés, con semejante hembra al lado?” Para mí tienen que tener buena voz, hablar, saber de qué hablamos, mucho libro, mucha biblioteca  y un poquito de glamour. Si vos te creés, siendo un veterano de cincuenta años o sesenta años como yo, que esa mina está con vos por vos… Sos un pelotudo (aquí el recurso técnico llamado bip). Luego prosigue: “Si vos creés, que la mina está con vos y no porque la llevás a Venecia, a Miami, a Punta del Este. Que la tenés todo el día dando vueltas como una pelota. La empilchás de punta en blanco. Les abrís todas las puertas que abriste vos en tu vida. Se las abrís en un año. Y la dejás entrar. Y también le abrís la puerta de tu vida. ¿Qué hacen las minas? Primero se aferran a tus hijos, diciendo “¡Ay los quiero como un hijo…” ¡Mentira! Los detesta porque no les dan ni paz, ni tranquilidad, ni nada.

Locutores: Pero las pibas la quieren o la querían a “La Loly”.

BE: ¡No! Rocío no la bancaba. Pero no hablo de la “La Loly”.

Locutores: Pero se pelearon al final…

BE: No, no se pelearon. Vos nunca te enterás cuántas veces la mina amenazó con irse. ¿Sabés cómo está? ¿Viste cuando encontrás los “rope de la calle”?. Yo no sé lo de Rial…digo en general. Amigos míos empresarios que salen con estas chicas. Las tienen como tener un gato atado. Viste, al perro lo podés atar, al gato no. Empieza a tirar y se degüella. Ellas necesitan libertad. Hay un momento en que se ahogan.

Locutora: Bueno de hecho apenas se separó ya estaba confirmando su participación en “El Champagne las pone Mimosas” con Florencia de la V.

BE: En el caso específicamente de Jorge a quien respeto y adoro. Y sé que tiene muy buenas intenciones y muy buena leche. Es buen tipo y la amaba mucho o la ama, no sé… Yo creo que la piba, cuando se dio cuenta que el tipo tiene 52 años, que se queda a dormir en su casa, que está tranquilo. Porque tenemos una edad los hombres donde ya no hay joda, por más pendeja que tengas al lado, no querés joda.

Locutores: ¿Pero vos creés que se separaron? ¿Qué es una maniobra?

BE: No me importa tampoco…Yo estoy haciendo un análisis de estas nuevas parejas. Yo creo que él no, ella sí. Y yo creo que ella se separó la vez anterior.

Locutora: Bueno, las mujeres un año antes nos separamos.

BE: El la fue a buscar, la trajo…pero yo sé que aunque la ates a la cama. En cuanto consigue una navaja corta la soga y se va.  ¡No, no! Porque la mina…porque es real… Porque yo tengo 24 años y salgo con una vieja de 60. ¡Yo me quiero rajar, flaco! Porque después que la vieja me regaló el “chincochento”. Después que la vieja me presentó todos los contactos. Después que agarré cuatro mangos, después que empiezo a usar perfume francés en vez de Avon. Después que me pongo ropa fina. Una vez que estoy armado en la vida. ¡Te digo chau, flaco! Muchas gracias por todo. Ahora me la gano solo. ¡Y esto es lo que pasa con estas chicas! Tenés que ser muy estúpido. Porque una vez hablaban Dady Brieva y Jorge Rial de que se habían enamorado de nuevo.

Locutora: De las jovencitas, ¡Sí!

BE: Cosa que a mí me parece maravilloso que un hombre tenga hijos de grande. ¡Me fascina eso! Pero, mirá la mujer de Dady y mirá “La Loly”. La mujer de Dady es un piba que labura, asentada, tranquila. Es más una vez fue al bailando y Dady le dijo a Tinelli, “con ella no jodas y la sacó”. Y la otra, todavía no arrancó. Vos fijate, es Mariana Antoniale cuando está con Rial, pero después vuelve a ser “La Niña Loly” cuando vuelve al ruedo. O sea cuando sale de la casa de Jorge es “la niña Loly” y cuando vuelve a la casa de Jorge es “Mariana Antoniale”. ¡Cuánto luchó Jorge [Rial] para vendernos que se llamaba “Marina Antoniale”!

Interviene una de las colaboradoras de BE “De hecho él le decía “La Niña Troly”. Y después de eso como que pidió disculpas públicas”.

BEBueno sí que se joda…. ¡Pidió disculpas públicas! Lo hizo arrodillar en cámara prácticamente como diciendo “soy un boludo”, “me equivoqué”. Cuando él sabe muy bien que no se equivocó nunca”. El amor a veces te juega pasadas muy jodidas…Más cuando, Jorge y yo nos parecemos a algunas cosas, la soledad de la infancia, la soledad de vida. Y a veces uno paga precios carísimos y yo también lo pago. Pago un precio carísimo para tener un hogar en esto. Entonces a veces te dicen “tiene todo”. No, no tengo todo. Compré todo, tengo todo lo que compré. No dudo del amor de mi familia a mí. No dudo del amor de las hijas de Jorge a Jorge. Ningún amor. Pero que quede claro, Silvia D´Auro puede ser una mierda, no sé, no la conozco. Mejor dicho, lo que yo conozco de ella es una mierda. Pero transmite una parte buena. Es la madre de las chicas. No es la “Niña Loly” la madre de las chicas. Entonces creo que la piba también se equivocó, se mandó muy de cabeza. ¿Sabés qué pasa? En Miami es todo lindo…en el Lago di Como, es todo lindo…No hay que hacer la vida pública. Porque cuando haces la vida pública…vos te creés que la gente dice que piola que es y la gente dice “mira este boludo otra vez, garpándole el viaje”. Hay que saber reconocer eso. Cuando vos te creés que te mostrás con una pendeja y todo el mundo te dice mirá qué vivo que es. Dicen “mirá este boludo dejó la familia, dejó todo por esta mina. O mirá el papel que está haciendo”. O cuando llegás a un lugar -que no es el caso de Jorge- pero sí el caso de muchos que conozco. Llegás a un lugar y en el mismo lugar hay 28 que se la pasaron. Y vos decís no “pero ahora es mía”. Como dice la frase del cornudo “no me importa ser el primero, me importa ser el último” ¿Sabés la cantidad de boludos que escucho?

(Risas de sus compañeros y compañeras)

BE: Y después tiene el trauma… ¿Vos saldrías con una mina que tuvo muchos tipos en la vida?

Locutora: Porque están acomplejados…

BE: Y vos mientras cortás las chauchas…vos decís “Sí” ¿Y qué les vas a decir? Pero por dentro sabés que no. Porque ¿sabés qué pasa?… ¡Un tipo igual! Vos lo perdonás, porque no es perdonar. Vos no querés ver toda la historia de la mina. Pero después del orgasmo, cuando te llega el momento de pensar en el futuro, el expediente viene. ¿Es como un auto, no?. Uy me voy a Mar del Plata… Está bien, me lo llevo así. Pero después empezás a ver que tiene 37.000 km, que lo usó un pibe para correr picadas, que una vez volcó, que tiene masilla. ¡Uy cómo me garcaron! Pasa lo mismo en la pareja, ¿viste?

Locutora: Y confiás o estás medio paranoico que te va a volver a garcar.

BE: Te puede garcar la monja y te puede garcar la trola. No tiene nada que ver. Pero pasa en qué busca la mina. Si la mina busca un hombre no te caga. Ahora si la mina busca fama y tapa de revista, ponele la firma que estás puesto pero….Y la mayoría de todos estos muñecos que andan por televisión mostrando minas saben que tienen que agacharse cuando pasan por la puerta. Es así.

Locutor: El tema es verdad, es lo que vos más o menos decís.

BE: Sí, es duro no….

Locutor: Si creés una cosa de lo que en realidad es. Estás puesto. La tenés que tener en claro, qué puede pasar o que no puede pasar.

Locutora: Y disfrutar el intermedio.

Locutor: Disfrutar el momento.

BE: Pero esto es como los que están en el gobierno. Los que están en el gobierno nos miran a todos como diciendo “¡Qué hijo de Puta”! La verdad que no son ricos, pero siguen. Y a mí se me termina dentro de…Y los que vienen se creen los primeros dos años que es para siempre y después llega un momento. Uy, mirá, faltan 435 días.

Locutor: Esto es como un ejemplo de una mina. A ver ponemos el ejemplo de las mujeres porque somos varones. Es cómo engancharte con una chica que viene por ejemplo de un pueblo, la traés a la ciudad, te enganchaste con ella, empezaste a salir con ella. Y ella no conoce la noche, no conoce la diversión, no conoce los boliches de Palermo y no conoce de esta vida de futbolistas y qué se yo. Y un día empieza a tener amigas, que está bárbaro, y trabaja en un lugar y las amigas las invitan a un cumpleaños, otro día las invitan a salir, otro día a un boliche. Empieza a conocer algo que no conocía. Sabe que en algún momento tal vez va a elegir algún otro camino o va a elegir un camino paralelo, que puede pasar.

BE: Volviendo al caso de la “Niña Loly”, acordate de dónde viene. Estaba con ese gordo que hace bijoutorie. Uno que habla todo así –el conductor actúa con su voz un tono afeminado. La tenía en su casa viviendo medio de amontonada. Y este gordo le habrá presentado gente y de pronto se encuentra con el Castillo. ¡Y es así! Y es lo que vos decís. La chica se deslumbra hasta que después se da cuenta que ella sola puede volar. Y ya no abre la boca para que le metan la lombriz. Se da cuenta que ella sola puede volar. Y cuando puede volar ya se va del nido ¡ y a la mierda! No la agarrás más. Porque en los casos de los tipos veteranos como yo con chicas jóvenes: vos le jugás más de padre que de amante.

Locutor: No estamos diciendo ni que esté bien ni que esté mal.

BE: ¡No! Lo que yo humildemente y equivocadamente yo veo de la vereda de enfrente en estos casos. Te empeñás por mostrarte ante las cámaras. A veces uno ante estas pantallas malditas. Nos creemos que pasa la vida. Dejás a tu mujer porque tiene bigotes, porque está vieja. Y nos mostramos con una nueva. Es como cambiar el auto o la ropa.

(…) Al retomar el tema sobre los hombres que eligen mujeres más jóvenes BE señala “lindo lucirte con una putita nueva. Ir a los boliches y que te digan “mira que culo se comen”. Sos un vivo bárbaro. Pero cuándo volvés ni la putita, ni el culito, ni los que bailaron con vos, están. ¡La tengo muy clara!”

El conductor junto a los y las integrantes del equipo derivan en el intercambio de opiniones acerca de otros temas.

 

Análisis

Una vez más este Observatorio analiza los dichos del conductor Baby Etchecopar en tanto su discurso con frecuencia misógino esta vez suma una clara discriminación por clase social y lugar de origen.

Con frecuencia los medios apelan a la cosificación de las mujeres jóvenes “y lindas”,  pero aquí tal proceso adquiere rasgos más extremos porque se las compara con un automóvil que acumula km y que por tanto debe cambiarse o se las animaliza comparándolas con gatos a los que no se pudiera encadenar, a diferencia de lo que sucedería si se tratase de perros. Asimismo abundan en este discurso frases acerca de la difícil posesión de este tipo de mujeres que “aunque la atés a la cama. En cuanto consigue una navaja corta la soga y se va”. Parece evidente que estas imágenes connotan secuestro y cautiverio, cuestión sensible en un país en el cual el delito de trata de mujeres para explotación sexual existe y el Estado, junto a distintas instituciones,  pelean para que los medios sean aliados en su denuncia. Pero, como cuando hacía humor con el femicidio de las mujeres de más de 40 años que no cumplieran con una matriz de belleza[1], Etchecopar esta vez no le importa descalificar a las mujeres de las que en esta oportunidad se ocupa apelando a ellas como “putitas”, “minas”, “culitos”.

Asimismo, según las palabras del conductor, otras mujeres menos agraciadas o menos jóvenes, sí podrían ser domesticadas en tanto no sería parte de su naturaleza buscar la libertad o autonomía que el primer tipo de mujeres desea, luego de “usar y engañar” a sus cándidos candidatos.

En efecto, la sexualidad de las mujeres al servicio de los hombres es una temática que en este espacio trabajamos como parte de la violencia de género imperante: el hombre es el sujeto del deseo y la mujer el objeto que lo calma. Empero, en el segmento radial analizado, la situación se modifica un tanto porque también el hombre sería “objetivado”: se transforma en una billetera, una agenda de contactos, una cosa que puede ser descartada por una mujer fatal y depredadora.

En este punto consideramos necesario detenernos ya que nos encontramos con un mensaje que además de sexista, se construye desde una asimetría entre hombres y mujeres. Numerosos textos y autores/as recogen la problemática del lenguaje sexista. Así García Meseguer explica que existen dos variantes, un sexismo léxico y otro sintáctico (García Meseguer, 2001:20-21). Entre los primeros, el sexismo léxico, se observan usos de pares incorrectos que denigran a las mujeres. Por ejemplo (varón-hembra) tal como refiere el conductor en un apartado de su alocución: “El otro día alguien me dijo: ‘¿Y qué querés, con semejante hembra al lado?’ ”.

El sexismo sintáctico, en cambio, es el mecanismo que pone en evidencia la mentalidad androcéntrica, patriarcal y sexista de quienes hablan. En tal sentido el mencionado autor ofrece una tipología que define en primer lugar como estereotipos, luego androcentrismo y por último nos habla de una estrategia de la lengua que “salta” desde un colectivo masculino genérico (que supuestamente incluye a hombres y mujeres) a un masculino específico (que únicamente contempla a varones) y que denomina “salto semántico”. De este modo es que, tal como enfatiza el citado autor, se elabora un discurso que denomina “sexismo lingüístico”. Este aspecto sobrevuela todo el tiempo en la charla, aún en los momentos en los que se pliega la conductora.

De manera que desde este espacio sostenemos que a través de todo este segmento radial se ofrecen muestras de sexismo léxico y sintáctico. La sistematización de este tipo de representación, tal como señala Mercedes Bengoechea, produce un efecto acumulativo cuya consecuencia principal es que “tiene repercusiones en la interpretación de la realidad de mujeres y hombres y en el comportamiento social de ambos” (Bengoechea, 2003:10) y que en general esto alienta situaciones de discriminación de género.

 

La clase social

Ahora bien, en este discurso además se hace una explícita subestimación de las mujeres según su clase social, su origen, lugar de procedencia y aún sus estudios. Si bien la primera cuestión se evidencia a menudo en los medios, la misma se revela menos explícitamente que en las crudas palabras de este comunicador[2]. Sin embargo, es muy importante volver una y otra vez sobre este punto porque históricamente en el entramado social de la Argentina apareció el desprecio por el origen de muchas de las jóvenes que venían del campo a la ciudad en busca de un trabajo.

A comienzos del siglo XX las ciudades crecen frente a un campo hostil (explotación terrateniente, laboral, etc.) y comienzan a ser el destino de hombres y mujeres de las distintas provincias que encuentren oportunidades laborales en los grandes conglomerados urbanos. Distintos procesos se darán entonces y entre ellos un nuevo proceso de segregación. Al mote de “cabecita negra” que compartían con los varones se agregaba para las mujeres humildes el de “sirvientitas para todo servicio” con una clara connotación sexual[3]. Pero también surgía otra discriminación que aquí explicaremos a partir de un chiste del año 1946 y de una anécdota de ese mismo periodo histórico.

En una viñeta de la Revista Rico Tipo, de abril de 1946, se observa dos caballeros vestidos de frac admirando a una mujer exquisitamente ataviada. “Uno de ellos comenta: ‘¡Qué jovencita elegante! ¡Lo que habrá gastado en ese vestido!’ Y el amigo responde: ‘¡Oh, nada! ¡Se lo prestó su sirvienta!’ ”[4].

Era intolerable entonces que ya no hubiera marcas tan claras de quiénes podían pertenecer a un sector o a otro. En el mismo sentido, pero más dura, es otra anécdota que cita Natalia Milanesio: una joven empleada doméstica se acerca a un cine habiendo podido ahorrar lo suficiente para pagar su entrada pero “el boletero cambió su habitual sonrisa  por una expresión de fingido asombro, la miró de arriba abajo y le dijo dejando caer cada palabra: ‘no es posible, aquí sólo se entra por invitación’. Ella entendió el mensaje y se retiró triste”[5].

Hace setenta años era habitual ese resquemor y discriminación de las clases medias y altas hacia las clases bajas ya que les costaba asimilar que por esos días comenzaban a gozar de un mayor consumo y reconocimiento. No obstante, el discurso de Etchecopar está enclavado en esa misma matriz, la diferenciación social que establece junto a su equipo al aseverar “La historia es así: la mina viene del interior. Vos lo peor que te puede pasar cuando ves a estas pibas en TV es conocerle a la familia.  Me decían que ayer  la Kampfer estaba desesperada para que no le enfoquen a la madre. Porque cuando vos ves a los padres, te das cuenta de donde vienen los hijos. O sea, si vos ves a ‘Los Menditegui’ y enfocás a cualquiera de ‘Los Menditegui’, sabés de dónde viene Menditegui. Ves a Macri, lo ves al viejo, sabés de dónde viene Macri. Vos ves la familia de cada uno y sabés de dónde viene” es igual que la que hacía aquel boletero.

Hay orígenes que según sus palabras, no permitirían acceder a determinados consumos y determinados lugares, y en el caso de hacerlo, eso claramente “se nota”. Así el programa se otorga el derecho de “señalar” y posicionar socialmente a aquellas personas que portan un apellido “reconocido” por determinados grupos sociales (Familia Onassis, Menditegui) en una jerarquía superior respecto  de aquellos cuya constitución identitaria  no “encuadra” en esa categoría social y por tal razón reniegan de su origen y/o familias de la cual provienen.

Esta es una sintética muestra del sinfín de estereotipos que aquí circula proveyendo pautas de comprensión acerca de sujetos o grupos y transformando prejuicios en “acuerdos sobre la realidad”, naturalizando la desigualdad y la exclusión.

A la inversa, desde este espacio bregamos por una comunicación inclusiva y no discriminatoria y para ello ofrecemos recomendaciones en pos de que los medios no jerarquicen a las personas:

 

Recomendaciones

– Evitar hacer humor con situaciones que vinculen relaciones de violencia de cualquier tipo.

– Evitar las expresiones discriminatorias por razones de pobreza y origen social.

– Promover la diversidad –cultural, social, étnica– para cada uno de los géneros, que considere las nuevas realidades vividas por muchas mujeres y varones –oficios, profesiones, intereses, etcétera. Y, a su vez, la relación entre el mismo género.

– Aplicar enfoques que respeten la libertad y equidad de mujeres y varones.

– No transmitir mensajes en los que el género femenino se presente sólo a través de sus características físicas, cosificando a la mujer, en menoscabo de su condición de sujeto integral.

– No situar a los varones únicamente preocupados por el sexo.

– Promover un rol de las mujeres determinante en las decisiones económicas, en lugar de situarlas en un segundo plano sólo como consumidoras de lo que otros producen.

–  Las mujeres son seres individuales, por lo tanto se recomienda evitar expresiones que las representan como inferiores, subordinadas o propiedad de los varones.

– Evitar ofrecer una imagen convencional  de la mujer que refuerza los valores dominantes y que favorece los prejuicios sexistas

–  Cuestionar los estereotipos que el sentido común establece en relación con la desigualdad y las diferencias haciendo visible que las imágenes binarias construidas a partir de rasgos asignados como características constantes, atemporales y ahistóricas, se basan en procesos ideológicos.

– Evitar caracterizaciones y “perfiles” que impliquen una naturalización del prejuicio, la burla y/o el insulto, o la exposición de los conflictos por géneros u orientaciones y prácticas sexuales no normativas como nota de color o pintoresquismo.

 

Notas

[1] Ver Informe sobre el programa radial de Baby Etchecopar (Abril de 2013) http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1649#more-1649

[2] Ver Informe sobre la representación televisiva de las trabajadoras en casas particulares http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/wp-content/uploads/2012/12/Informe-Trabajadoras-FINAL.pdf

[3] Sobre esto también es pertinente leer el citado informe ya que abunda sobre este aspecto.

[4] Milanesio, Natalia: Cuando los trabajadores salieron de compras. Nuevos consumidores, publicidad y cambio cultural durante el primer peronismo, Siglo XXI, Buenos Aires, 2014, p. 142.

[5] Ídem, p. 286 tomado de Paz, Hipólito : Memorias: Vida pública y privada de un argentino en el siglo XX, Buenos Aires, Planeta, 1999, p. 19.