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A raíz de los dichos vertidos por Florencia Trinidad en el Programa Showmatch emitido el 13 de mayo de 2015, y atento a los múltiples reclamos recibidos, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión realizó un breve informe. No obstante ello, debemos decir que la comediante rápidamente realizó un descargo en el que se disculpa por lo inapropiados u ofensivos que fueron sus dichos y señala el respeto que le merece tanto la comunidad peruana, como las de los demás países latinoamericanos. De manera que celebramos su actitud superadora de lo que había manifestado, pero también damos respuesta a los distintos ciudadanos y ciudadanas que se comunicaron con este espacio por este tema:
Flor de la V, en el marco de su monólogo inaugural en el mencionado programa, comparó las instalaciones actuales en las que se llevan a cabo las grabaciones con otras anteriores. Dicho brevemente, en esa alocución adjetivó negativamente a estas últimas homologándolas a «casa tomada por peruanos”.
Dado el papel central que tienen los medios de comunicación en la construcción de prácticas y representaciones sociales y, en este sentido, su carácter de formadores de opinión y agentes de socialización poderosos y dado también, para el caso que nos ocupa, el destacado rol de Florencia Trinidad en tales medios, este organismo entiende que expresiones de este tipo constituyen manifestaciones discriminatorias que deben de erradicarse en pro de una sociedad libre de estereotipos.
En efecto, referirse negativamente a la nacionalidad peruana de una o varias personas es una manera de estereotipar no solo a tal comunidad sino al conjunto de los/as migrantes que a diario contribuyen al crecimiento de este país.
Por tanto, llamamos al trabajo colectivo y sistemático, en todos los ámbitos, públicos, privados y de la sociedad civil, para desnaturalizar prácticas como la descripta, en aras de remover del discurso mediático juicios discriminatorios que luego redundan en perjuicio de minorías desaventajadas socio-económicamente. La nacionalidad de una persona no constituye un dato que aporte sustancialmente a la construcción de una anécdota; menos aún si esta refuerza patrones culturales que son denigrantes y excluyentes.