zapping

 

El Observatorio comunica que este 4 de marzo de 2015, la producción y el área de Legales del ciclo Zapping aceptó cada uno de los señalamientos vertidos sobre el segmento cuestionado por el siguiente informe, enfatizando que Eyeworks Cuatro Cabezas apunta a construir sentidos diferentes a lo que en ocasiones expresan la conductora y el grupo de panelistas que la circundan.

En el encuentro mantenido con el Observatorio, la productora informó que transmitirá a Viviana Canosa y a su staff las recomendaciones e información ofrecida por el Observatorio y, más allá de que esta temporada de Zapping esté por finalizar, analizarán la posibilidad de hacer un informe que dé cuenta de las concomitancias del delito de trata para explotación sexual en nuestro país.

También en la reunión se plantearon otros reclamos que llegaron a este espacio en torno al tratamiento estigmatizante que en el programa suele hacerse sobre las temáticas vinculadas a diversidad, no obstante el Observatorio ponderó informes del ciclo en los cuales por ejemplo se ofreció un agudo análisis acerca de cómo los medios cubren los casos de femicidio.

Sobre la banalización de  la explotación sexual y la trata de personas

El Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, como respuesta a los múltiples reclamos recibidos por parte de la ciudadanía y en pos del cumplimiento de las leyes pertinentes vigentes analizó un fragmento del programa Zapping.

En el marco de una charla distendida y relajada la conductora Viviana Canosa y el grupo de periodistas que la secunda transitan el siguiente diálogo:

Viviana Canosa: Igual, perdón, hay muchos que deberían seguir pagando porque la verdad es que son incomibles.

Franco Torchia: Yo estoy muy en contra de pagar por sexo.

VC: No, ya lo sé. Era un chiste. ¡Era un chiste!

FT: Pero no es casual que en los relatos de todos los hombres aparezca que han pagado por sexo o que les han pagado para que tengan sexo y que las mujeres nunca. (sic) Eso perpetúa el machismo atroz de los hombres acostumbrados el resto de su vida a pagar por sexo.

Rulo: (Risas) Es que si no el mundo sería aburrido el mundo todo igual todo igual.

FT: Y si no el que paga por sexo es cómplice de la explotación.

VC: Hay mujeres que pagan por sexo, quiero que lo sepan…muchas más de las que ustedes se imaginan.

Toti Pasman: Ahora Franco, es que en esto hay dos partes, ¿no? Esto es como cuando hay una coima. Está el cliente que paga por prostitución y está la mujer que recibe el salario o los honorarios que le dan por prostitución.

FT: Está bien, pero sin clientes no hay trata.

TP: Digamos las cosas como son.

FT: Sin clientes que están dispuestos a pagar por prostitución esa mujer no recibe ese dinero.

TP: Y sin mujeres prostitutas no hay a quién pagar…

VC: Vos Azzaro ¿no pagaste nunca por sexo?

Flavio Azzaro: Sí, ¿por qué?, varias veces.

VC: ¿Por qué varias?

FA: Porque pagué cuatro o cinco, sí. Está bueno.

VC: ¿Y qué se siente? ¿Por qué está bueno?

FA: Está bueno ir al cabaret a estar con tus amigos… (Risas de todos). En serio, Toti,… cuántas veces fuimos al cabaret y no hicimos nada.

(Más risas).

FA: Vivi, cuando tenés 16 o 17 años no hay mejor plan que ir al cabaret y no hacer nada, pero estar ahí…y tocar una tetita…

R: Las chicas en el cabaret circulan en bombacha y corpiño.

VC: ¿Vos estuviste?

R: Sí he entrado, jamás pagué y no me gusta, la verdad.

FT: Y… están trabajando 9 horas explotadas, maltratadas, esclavizadas, drogadas, golpeadas.

FA: No todas, eh.

FT: ¡Drogadas, sí!

R: Es verdad.

FT: Porque casi que cabarets ya no quedan más, existen prostíbulos. Porque eso era otra cosa de otro momento histórico, hoy hay prostíbulos y en esta ciudad… ni les cuento.

FA: Mirá que hay algunas que lo hacen con una alegría que me parece que… no las están explotando mucho, eh…

VC: ¡Basta! (con risas)

Análisis

En los diálogos expuestos se habla livianamente de la explotación sexual a pesar de que uno de los periodistas hace hincapié en su oposición al consumo y naturalización de la misma e introduce el tema de la trata de personas que prácticamente es minimizado por el resto del panel. Por el contrario, algunos de los participantes del programa legitiman la práctica masculina de ir a un cabaret y consumir prostitución como una modalidad para el inicio y el ejercicio sexual, sin reparar en qué puede haber detrás de ello. A través de sus comentarios banalizan la desigualdad en el trato entre varones y mujeres mientras que la charla, en un momento, gira en torno a si esas diferencias sucedieran sólo porque no hay cabarets para que vayan las mujeres. Asimismo se habilita la idea extendida de que hay personas que pueden transformarse en meros artefactos de diversión y que se las pueda “tocar” en tanto se les pague por ello.

El programa de esta manera también asigna roles establecidos a los varones ya que no sólo se degrada la imagen de algunas mujeres, ubicándolas sólo como objeto de deseo que circulan con ropa íntima exponiendo sus cuerpos para placer sexual de los mismos, sino que sería una manifestación de la cofradía varonil asistir a estos eventos. En tanto el género es una construcción relacional, discursos como los esgrimidos aquí presentan ideas y creencias de qué es ser varón y ser mujer en esta sociedad ofreciendo arquetipos arraigados en la cultura occidental que influyen en las percepciones y actitudes que se tienen sobre unos y otras, tal cual lo expone Franco Torchia, aunque no parece convencer a sus compañeros.

Justamente en uno de los comentarios se focaliza en los pechos de las chicas que se desempeñan en los cabarets estableciéndose una evidente cosificación que transparenta la relación de dominio masculino sobre el femenino. En este marco una vez más afirmamos que cuando se expone el cuerpo femenino como objeto aprehensible y consumible se fomenta una sexualidad masculina basada en la dominación y en la violencia simbólica tal como lo establece el artículo 6° de la Ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres.

Asimismo estos mecanismos invisibilizan el proxenetismo porque en este segmento se minimizan situaciones prostibularias que incluso pueden vincularse con el delito de trata de personas. En este sentido señalamos que a partir de la lucha de Susana Trimarco por encontrar a su hija María de los Ángeles Verón, secuestrada hace más de una década por una banda de trata en Tucumán, el Estado puso mayor énfasis en crear normas e instituciones especialmente orientadas a la búsqueda, rescate y protección de miles de mujeres que día a día se van encontrando en departamentos y «whisquerías». Entre esas normas cabe señalar la Ley 26.842 que en el año 2012 reforma la Ley 26.364 para la Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas sobre todo en cuanto señala que “el consentimiento dado a la víctima no constituye en ningún caso causal de eximición de responsabilidad de los tratantes” y crea el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata.

Por otra parte, distintos/as investigadoras/es, entre ellas, en Argentina, muy fundamentalmente Silvia Chejter (1) señala que es importante deconstruir la concepción de los hombres como sujetos del placer/sujetos del poder/sujetos prostituyentes y a las mujeres como objetos al servicio del placer masculino. En este juego de relaciones del lenguaje, la autora muestra que el “proxeneta” se convierte en “empresario de la noche” y que las mujeres prostituidas para aquellos que las prostituyen aparecerían como mujeres que eligen estar en el “mercado del sexo”. Casi un calco de lo que se expresa en el programa analizado.

En efecto, por eso es tan importante señalar que durante el último Mundial de Fútbol se han producido campañas desde el Estado y desde distintas organizaciones sociales como la RIPVG -Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina-(2) con el objetivo de convocar la presencia de los y las periodistas deportivos/as para fijar una posición sobre esta temática en el evento internacional. Pero justamente aquí, un periodista deportivo hace semejantes consideraciones, mientras que otro iguala la responsabilidad del cliente/prostituyente con la de una mujer que puede ser víctima de explotación sexual.

Cabe señalar una vez más que, respecto de este tema, el Estado Nacional mantiene una posición que no es reglamentarista, pero también vale decir que no condena la prostitución (sí el proxenetismo).

En efecto, ya en 1949 fue firmada la Convención Internacional contra la Trata de personas y la Explotación de la prostitución ajena además de que la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de 1979 -a la que la República Argentina ratificó en 1985- en su artículo 6 señala que “los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución de la mujer”. Mientras que la citada Ley de Prevención y sanción de la trata de personas vela por los derechos humanos manifestándose en contra de la esclavitud sexual y/o laboral y da cuenta de un Estado abocado a la defensa de estos derechos.

En ese marco, en cuanto a comunicación de estas temáticas, a través del Decreto 936 del Poder Ejecutivo Nacional, en julio del 2011 se creó la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual para hacer un seguimiento acerca de si los medios ofrecen este tipo de consumos y si lo hicieren reclamar que cesen en esa difusión y para realizar, por ejemplo, actividades de capacitación en conjunto con este espacio en pos de desnaturalizar la explotación sexual y la discriminación que la misma trae aparejada.

Siguiendo esta línea la Resolución Nº 74/2011, de la Secretaría de Comunicaciones asignó a la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las personas Damnificadas por el delito de Trata la línea 145 para la atención de comunicaciones realizadas por los y las damnificados/as por tal delito, en el ámbito de la República Argentina. De modo que la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual realizó la Resolución 327/14 que recomienda que durante la emisión de casos de delito de trata de personas –cuando se trate de servicios de televisión y de radio- se inserte en la pantalla o se lea respectivamente, la leyenda “SI SOS VÍCTIMA O CONOCÉS A ALGUIEN QUE SUFRA EL DELITO DE TRATA DE PERSONAS LLAMÁ AL 145, LAS 24 HORAS. LA DENUNCIA ES ANÓNIMA.”

Por tanto, desde espacios como el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, es fundamental sensibilizar en torno de lo preocupante que es la reproducción amena de un hombre invitando a seguir la costumbre de frecuentar un prostíbulo como si se tratara de un espectáculo más, sin cuestionarse que está repitiendo un ancestral esquema del patriarcado.

Por lo expuesto, ofrecemos algunas recomendaciones para hacer un abordaje más igualitario de estas temáticas:

 

 Recomendaciones

Evitar banalizar la gravedad del problema de la trata y de la temática de la prostitución sin hablar de ellas a través de eufemismos.

Diferenciar claramente entre el prostituyente y la mujer en situación de explotación sexual a fin de evitar todo efecto de revictimización y eludir los juicios de valor sobre la situación de estas últimas. Evitar centrar los comentarios haciendo pintorescas la vida y conducta de las víctimas.

 

Difundir mensajes que fortalezcan y colaboren con la equidad y el tratamiento igualitario de mujeres y varones.

 

Utilizar un lenguaje no sexista.

 

Abordar estas temáticas propiciando un tratamiento con perspectiva de género y enfoque de derechos.

 

Se trata de problemáticas sociales y de interés público, por tanto su tratamiento no debe entronizar el relato del episodio individual, personal y aislado.

 

Evitar las descripciones morbosas y todo otro tipo de elementos o utilización de recursos que pudieran configurar un tratamiento sensacionalista, desde la musicalización, y las reconstrucciones o infografías.

 

Acudir a profesionales y expertos/as en la problemática para poder cubrir desde distintos aspectos la violencia contra las mujeres, para lograr una lectura profunda y fundada de la problemática.

 

Incluir en la pantalla durante la emisión de casos de delito de trata de personas la leyenda: “SI SOS VÍCTIMA O CONOCÉS A ALGUIEN QUE SUFRA EL DELITO DE TRATA DE PERSONAS LLAMÁ AL 145, LAS 24 HORAS. LA DENUNCIA ES ANÓNIMA.”

Notas

(1) Chejter, S.: Lugar común: la prostitución, Eudeba, Buenos Aires, 2011.

(2) https://www.facebook.com/ripvgargentina?fref=ts