El martes 13 de Mayo, Ariel Costa, responsable de FM Pasión y Gabriel González, intérprete de “El Escribano”, personaje del programa “Todo en uno” que se transmite por dicha emisora, se encontraron con el Observatorio para reflexionar sobre los reclamos que llegaron a este espacio por expresiones proferidas por ese personaje. Vale aclarar que al momento de la reunión, el segmento de “El Escribano” ya no estaba al aire ya que tras recibir distintos reclamos, su producción decidió que a pesar de que el programa llevara siete años en el aire haciendo sátiras que otrora no merecieron objeciones, en el último tiempo efectivamente allí habían circulado expresiones xenófobas y homofóbicas que generaron malestar en parte de la audiencia.

En este marco se ofrecieron recomendaciones del Observatorio respecto del tratamiento inclusivo de los grupos que fueron vulnerados en sus derechos mediante los dichos del mencionado personaje, así como otras no especificadas en el informe que sigue, pero que fueron brindadas para que ese programa y otros radiofónicos y televisivos que produce el grupo citado no recaigan en estereotipaciones, estigmatizaciones y discriminación. Por tanto debemos decir que se trató de unareunión muy productiva en la cual más allá de vehiculizar los reclamos correspondientes, se avanzó en diversas cuestiones en torno del humor, la ficción y los discursos y/o prácticas discriminatorias.

Acerca de los dichos de “El Escribano” febrero de 2014

El Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión analizó las expresiones vertidas por Gabriel González conocido como “El Escribano” en su programa “Todo en uno” de FM Pasión de la ciudad de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, el día 13 de febrero de 2014. Asimismo, destacamos que conceptos del mismo tenor han sido proferidos por este mismo conductor en otras emisiones del programa relevadas, más allá de que las mismas fueran en tono de sátira y aún de crítica social, dicho contrato de lectura no se especifica en los distintos espacios relevados.

Descripción

El segmento analizado gira en torno de llamados telefónicos destinados al “Escribano” con opiniones sobre las características de los y las migrantes que llegan a Argentina y de las acciones que aquí realizan. El animador radial, como se verá, toma siempre una posición xenófoba y racista, aunque su actitud es diferente según sea el lugar de origen del/la migrante. Asimismo realiza consideraciones sobre el aspecto físico de las personas en general y reproduce los insultos homofóbicos que sobre él hacen algunos oyentes.

En cuanto a lo primero, una oyente llama porque dice sentirse discriminada por un vecino norteamericano que se mudó recientemente a su edificio:

Oyente 1-¿Escribano?

GG-Sí, Hola querido.

O1-No, soy una mujer.

GG-Larga el pucho, querida…

O1-Yo quería comentar mi bronca acerca de un vecino que tengo que es norteamericano y a mí me discrimina… no sé, será por ser latina.

GG-¿Viene de qué parte de Norteamérica, Canadá, EEUU?

O1-Viene de EEUU.

GG- De EE.UU, ¡de New York!

O1- Me mira, actúa como si fuese …no sé.

GG-¿No será que estás perseguida querida?

O1-No, no, me discrimina.

GG-¿Vos sos fea?

O1-Yo no sé si soy fea.

GG-Con esa voz, si sos fea…

O1-No, no.

GG-Debés ser soltera, y es muy probable que te vean, que te miren.

O1-No, no, me discrimina, parece “Gatito” norteamericano…me humilla.

GG-¿Te humilla? Y bueno.

O1- Si, yo soy argentina, él americano, y…me humilla.

Suena una chicharra.

Aquí se observan dos de los temas que abundan en este programa. El Escribano expresa que la mujer podría ser discriminada por “fea” como si se tratase de un hecho “normal y justificado”, de manera que el conductor categoriza discrecionalmente a las personas según su aspecto físico y aún, en este caso, según su voz. Además cuando la oyente dice desconocer si es o no “fea” mientras asegura no tener dudas de que el vecino la “humilla”, el conductor le responde “Y bueno…” y le corta.

Es interesante comparar cómo procede el Escribano ante un caso que involucra a un hombre de Estados Unidos al que parece darle la razón y cómo sus expresiones cambian cuando se trata de migrantes latinos.

Los Estados Unidos funcionarían aquí como un ideal, y por eso, cuando la mujer insiste en la supuesta discriminación que sufre por parte de esa persona norteamericana se la saca del aire, porque lo que dice no interesa.

Veamos ahora las consideraciones del animador cuando se trata de migrantes de los países limítrofes:

(Ruidos en la línea)

GG-Deben estar todos en una obra o en un taller, truchando marcas, ahí están los bolitas, Hola.

Oyente 3 –Hola, ¿Escribano?

GG-Sí, querido

O3-Soy de Bolivia

GG- ¿De Bolivia? Te compadezco querido.

O3- ¿Qué onda tenés vos con los bolivianos, con los paraguayos, que hablás mal para todos?

GG-Los odio.

O3-¿En qué sentido hablás eso?

GG-¿Cómo en qué sentido? En el único sentido de la palabra. Los odio.

O3-Pero decime ¿por qué?

GG-Porque le hacen mal a mi país. Vienen a trabajar…obra barata.

O3-Bahhhhhhhh… Hablás lo que creés, vos no sabés lo que nosotros hacemos. Nosotros venimos acá a laburar, a tener algo, a lograr algo, pero no a que nos hablés de esa manera como vos hablás.

GG-¿Por qué no se quedan en su país? Vienen a trabajar “obra de mano barata”, ehhhhhh ocupan un lugar de un argentino, y eso a mí me pone muy pero muy mal.

O3-En eso está muy mal, ¿sabés? Nadie ocupa el lugar de un argentino acá.

GG-Bajá un poquito el volumen

O3-Yo tuve muchos compañeros argentinos que trabajan bien, pero muchos también que trabajan pésimo, te digo. Demasiado mal.

GG-Si como ustedes seguramente.

O3-No, nosotros trabajamos bien, tantos los otros…todos los extranjeros trabajamos bien acá. Si vos decís que nosotros trabajamos mal andate a empresas, a lugares argentinos, ¿por qué nos contratan a nosotros? Porque nosotros trabajamos bien.

GG-Trabajan barato querido, son baratos, por eso.

O3-Andá a cagar, barato sos vos.

GG-Yo no soy barato querido.

O3-Vos sos barato, que no sabés hablar, aparte sos un mal hablado de mierda.

GG-Yo soy muy bien hablado, no digo malas palabras, son ustedes los que me agreden porque yo digo la verdad. Ustedes: -articulando lentamente- “Los bolitas”.

Este segmento seleccionado se asemeja mucho a otros que profiere el Escribano así como a los que hacen algunas/os de sus oyentes, en los cuales la carga de xenofobia y los conceptos despectivos hacia las personas de nacionalidad paraguaya, boliviana y peruana es efusiva y donde el mito de que los migrantes son mano de obra barata que vienen a quitarle el trabajo a los/as argentinos/as se repite incesantemente.

La migración es presentada así como un “problema” y amenaza mientras que se niega y/o invisibiliza todo el aporte que los/las migrantes latinoamericanos han hecho y hacen en la conformación de nuestro país.

Tal manera de mostrar las cosas se encuadra en un ideario racista, contrario al espíritu de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual Nº 26.522, que en su artículo 70 plantea: “La programación de los servicios previstos en esta ley deberá evitar contenidos que promuevan o inciten tratos discriminatorios basados en la raza, el color, el sexo, la orientación sexual, el idioma, la religión, las opiniones políticas o de cualquier otra índole, el origen nacional o social, la posición económica, el nacimiento, el aspecto físico, la presencia de discapacidades o que menoscaben la dignidad humana o induzcan a comportamientos perjudiciales para el ambiente o para la salud de las personas y la integridad de los niños, niñas o adolescentes”.

Las expresiones del Escribano contradicen, tanto la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual como la de de Migraciones, suscitando en los/as oyentes comentarios de odio y xenofobia crecientes.

Oyente 12-Estoy totalmente de acuerdo con vos y en desacuerdo con esta política de Estado porque creo que Argentina es el único país en el mundo en el que se permite el ingreso de tantos inmigrantes y ni siquiera se les pide el documento.

GG-Sí señor, sí señor.

O12-¿Viste que los traen a todos en container?, los bajan en el puerto…

GG-¿Sabés cuál es el problema? La corrupción, querido.

O12-Sí señor.

GG-En las fronteras, y esto no tiene nada que ver con el gobierno porque pasan los gobiernos y las personas que controlan las fronteras dejan pasar a estos…impostores, porque no son inmigrantes, porque son impostores que vienen a probar suerte a nuestro país y quitan el trabajo a los argentinos.

O12-Sí, vos querés viajar a Brasil o a otro lugar, no podés.

GG-Hasta tenés que donar sangre.

O12-¡Sí!

GG-Acá por 200 pesos pasás a la Argentina

O12-Para irte afuera tenés que pedir pasaporte, para irte a EEUU hasta visa te piden, y acá…

GG-Y te piden por cuántos días te vas a quedar y cuánta plata vas a llevar para gastar.

O12-Y justificar tus ingresos y todo, y acá…vienen de todos lados, consiguen trabajo.

GG-¡Sí señor, sí señor!

O12-Y uno que trata de trabajar todo el día…la verdad … es increíble.

GG-Bueno querido, es verdad, chau chau chau chau!

Ante lo expresado, es necesario señalar que en Argentina el derecho a la migración está consagrado en el artículo 1º de la Ley Nº 25.871. Esta norma consagra además en su artículo 13 que “se considerarán discriminatorios todos los actos u omisiones determinados por motivos tales como etnia, religión, nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, género, posición económica o caracteres físicos, que arbitrariamente impidan, obstruyan, restrinjan o de algún modo menoscaben el pleno ejercicio sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional, los Tratados Internacionales y las leyes”. (1) Cabe señalar además que el propio Preámbulo de nuestra Constitución de 1853 establecía entre sus principios que se aseguraba la libertad para todo aquel que quisiera habitar el suelo argentino”.

Por otra parte, aunque los comentarios de los /as oyentes no son analizados en tanto están por fuera del ámbito de competencia de este espacio, existe una edición de esos dichos; cuya elección no es casual. No se trata de una construcción realizada al azar, sino a partir de estructuras simbólicas que -aunque compartidas por una parte de la sociedad- responden a un modelo segregacionista y xenófobo incompatible con toda legislación nacional e internacional vigente. Que se diga que los propósitos de “El Escribano” están circunscriptos a un tema de humor no cambia nuestra apreciación en tanto no queda explicitado el contrato de lectura que indicaría que se trata de una sátira, y que no tiene que ver con su propio discurso ideológico. Asimismo, varios oyentes irritados con dichas alocuciones emiten mensajes acerca de la orientación sexual del conductor con una notable carga de homofobia. Esos sentimientos de rechazo y desprecio hacia las personas con orientaciones sexuales e identidades de género no normativas o diversas es doblemente significativo, cuando Argentina se ubica a la vanguardia en el reconocimiento de los derechos igualitarios del colectivo LGTBI (lesbianas, gays, transexuales e intersex). Las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género, permitieron un histórico cambio ubicando la agenda de la diversidad sexual en la esfera política, estatal y pública (2). De manera que sería importante que el conductor actualice sus conceptos, en lugar de continuar la cadena significante en la que van desgranándose distintos conceptos homofóbicos.

Oyente 6-¿Qué problema tenés vos con los paraguayos? (Luego parece escucharse una frase en guaraní).

GG-¿Otra vez tengo que explicar que te odio? Ah no, ¿vos no comés salchipapa, no?

O6-No, yo te como la concha de tu hermana.

GG-Ah no no, no, ¿no, te das cuenta que encima sos un maleducado?

O6-Y esa vieja que habló recién, le hago el helicóptero a ella y a vos.

GG-Pero qué vas a hacer el helicóptero, si todos los paraguayos tienen el pito cortito querido

O6-Te hago mierda boludo.

GG-Vení con una chipá…te…vuelo la cabeza querido.

O6-Te pego una culeada

GG- ¡Pero encima que mal hablado!

En este caso, el conductor reitera su discurso de odio hacia distintas colectividades latinoamericanas, en torno a la orientación sexual de su ocasional oyente. Asimismo en otro momento hace una distinción entre “los paraguayos y las paraguayas”, con la cual termina estigmatizando a las mujeres de sectores sociales de escasos recursos:

Oyente 8: Te querida decir que yo estoy casado con una mujer paraguaya, ¿mi esposa viste? Y la verdad que estoy muy contento porque me dio un hijo hermoso, ¿qué problema tenés vos con los paraguayos?

GG-Yo con los paraguayos, las paraguayas no me molestan mucho. Porque cuando vienen las paraguayas limpian, viste? Las tenés ahí fregando, las gordas, hediondas, talones cuarteados…En el caso tuyo, le hiciste un bipe.. .un pibe y la gorda seguramente…bajá el volumen querido.

O8-Pero escuchame, no es ninguna gorda, es una…

GG-Chau querido. Debe ser una gorda miranovelas…pero olvidate, debe estar mirando Avenida Brasil, gorda, tirada, y ahora él sale en defensa, debe estar tirada en la cama y se levanta a las doce menos diez para ir a buscar la leche del Plan.

Como en el primer llamado del segmento analizado, el conductor asocia a un modelo normativo único la capacidad de discernir en estética y categoriza discrecionalmente a las personas, asumiendo un rol de superioridad respecto de los/as demás. En este sentido es imprescindible citar a Van Dijk (3) quien dice que “El discurso de la élite puede construir así una forma importante de racismo de élite”. Además a través de fragmentos de su discurso criminaliza a los/as migrantes o, como en este caso, los/as coloca como sectores de “segunda” y cuyos consumos culturales son vulgares. Con el cuestionamiento insistente sobre los rasgos propios de las personas que habitan Sudamérica, y responde a una modalidad actual del racismo, el “racismo estético”.

El Plan Nacional contra la Discriminación (PNcD) explica que éste toma el lugar que antes ocupaba el “racismo científico” basado en el aspecto biológico para definir la normalidad. La normalidad ha tendido a transformarse, poco a poco, en normalidad estética, en un estilo de vida, basado en cierto modo de caminar, de vestir, de lucir. A través de este recurso, se busca la normalización del cuerpo, “normalizar” la apariencia, “lucir como todos”. Pero dado precisamente que el aspecto ahora puede transformarse, la supuesta “fealdad” se postula entonces como un asunto de “elección”(4).

Esta normalidad estética que afecta especialmente a las mujeres por sobre los varones es mucho menos accesible a los sectores de la población de escasos recursos económicos, como para gastarlos en transformar y/o modificar su aspecto físico, aún cuando existen mercados clandestinos o de segunda clase que lo proponen. Así, aunque es evidente que el acceso a un modo de lucir resulta restringido, se lo exhibe como si fuese una opción para toda la sociedad, estratificando niveles de cercanía al modelo “ideal” según posibilidades económicas.

Este racismo aparece como más sutil que el racismo tradicional. Margina más o menos a los/as mismos/as de siempre, pero con una argumentación que parecería más natural, producto del “gusto” y no de la ideología. Así, la forma de vestirse, el color de piel, el tipo de música que se escucha y el aspecto físico que cada uno/a tiene son características por las que la sociedad identifica y separa (5).

El Plan Nacional contra la Discriminación (PNcD) define la supremacía social y cultural de determinado modelo estético como un racismo de la apariencia, fuertemente atravesado por los criterios de demarcación propios del racismo clásico, que excluye a partir del color de piel y de cualquier otro signo corporal que denote pertenencia social considerada inferior(6).

En este marco socio-cultural de las sociedades modernas, la discriminación por motivos de aspecto y caracteres físicos es parte de la vida cotidiana. En los ámbitos académicos internacionales es muy utilizado el término aspectismo (en inglés: lookism) para referirse a la discriminación por aspecto físico: la vulneración de derechos y exclusión de una persona por no ajustarse a los parámetros hegemónicos de belleza y a los estereotipos sociales ligados a la idea de normalidad y corrección en términos estéticos (7).

Asimismo, si bien la discriminación por aspecto físico se traduce en diferentes formas de exclusión: no poder entrar a un espacio público, no poder usar determinadas prendas por la falta de talles, no conseguir empleo o ser discriminados/as en él, ser objeto de burlas, “cargadas” o de miradas que reflejan alguna sanción de reprobación (8). No obstante hay algo que trasciende a estos mensajes y es su carga de xenofobia y racismo.

 

Tomando estas consideraciones, brindamos algunas recomendaciones que consideramos oportunas en casos como éste:

– Evitar el uso de términos discriminatorios explícitos

– Romper con los paradigmas que asocian a los/as migrantes como responsables de situaciones críticas, como la inseguridad y el desempleo. No existen datos que sustenten tales afirmaciones, ni ninguna otra similar.

– No utilizar los términos “ilegales”, “indocumentados”, “clandestinos” que poseen una connotación delictiva. Se sugiere el término “migrante en situación irregular”. La irregularidad es una categoría en su condición de migrante que, además no configura un delito. Ningún ser humano es “ilegal” ni “irregular”, en todo caso lo será su condición migratoria.

– No es recomendable centrar un hecho noticioso en la nacionalidad, sobre todo cuando la noticia supone una información negativa; recurrir como fuente a los propios migrantes y/o a las asociaciones.

– Reconocer el rol político de los medios y su centralidad en los procesos de producción de ideología y su consecuente responsabilidad, que muchas veces transforman prejuicios en “acuerdos sobre la realidad”.

– Es discriminatoria la asociación que vincula a las personas que poseen escasos recursos económicos con la delincuencia y la peligrosidad. Evitar las caracterizaciones que criminalizan la pobreza.

– Evitar los abordajes que plantean “las dos campanas del problema” y ponen en igualdad de posición los prejuicios y enunciados discriminatorios con los no discriminatorios.

– Promover diversos de modelos de mujeres, ya que no existe una única forma de ser mujer.

– Difundir mensajes que fortalezcan y colaboren con la equidad y el tratamiento igualitario de mujeres y varones.

– No recurrir al uso de estereotipos, mitos o creencias que supongan relaciones de subordinación o dominación de las mujeres por parte de los varones o que resulten degradantes y reductoras. No situar a las mujeres en posición de inferioridad o dependencia.

– Cuidar el tratamiento de los temas que involucren a las mujeres evitando acentuar prejuicios e ideas naturalizadas y degradantes.

– Evitar señalar a las personas LGBTTI (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, intersex) como sujetos amenazantes, y las referencias denigrantes a las prácticas gays, lésbicas, trans y bisexuales con fines humorísticos.

– Evitar la asociación entre un modelo de belleza y valores como la aceptación social, el éxito y/o la felicidad.

– Omitir discursos y/o imágenes del cuerpo representado como un espacio de imperfecciones a corregir y evitar presentarlo como objeto o como mercancía.

– No vincular aquello que remite a fealdad o mediocridad con la pobreza.

– Promover caracterizaciones y/o representaciones de personajes que muestran diversidad en las formas de ser y en las figuras físicas.

 


Notas

(1) Ver Informe del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión “Declaraciones xenófobas en señal informativa”, http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1287#more-1287

(2)Ver Informe del Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión “Expresiones discriminatorias hacia personas Trans” http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1441#more-1441

(3) Van Dijk , T. (2002). Discurso y racismo [versión electrónica]. Persona y Sociedad, XVI (3), 191-205.

(4) INADI, Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación. La discriminación en Argentina. Diagnóstico y propuestas, Buenos Aires, Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Instituto Nacional contra la Discriminación, 2005. p. 53

(5) CES y DAIA, Exclusión e inclusión. El problema de los colectivos discriminados 2008-2009. Marisa Braylan, comp. p. 248

(6) INADI, Buenas prácticas en la comunicación pública II. Informes para periodistas.Buenos Aires, Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, 2012. p. 33

(7) Ídem p 34

(8) CES y DAIA, Op. cit. p. 248