LA MARCHA DEL 3 DE JUNIO

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Frente a los femicidios  registrados en las últimas semanas, que mereciera la reflexión movilizadora de organismos, organizaciones sociales, personalidades y la comunidad toda,  el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión adhiere a la convocatoria de la marcha del 3 de junio bajo la consigna #NiUnaMenos, al tiempo que redobla su compromiso por una comunicación en la que el tratamiento mediático de la violencia contra las mujeres colabore con la lucha por su erradicación y no sea productor de más violencia.

Este espacio –conformado por el Consejo Nacional de las Mujeres, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI)- aborda entre otros, distintos aspectos vinculados a la discriminación, violencia de género y su tratamiento en los programas de TV y radio. 

En efecto si bien los femicidios están ahora en agenda y  ya no son invisibilizados, no siempre son correctamente abordados en la radio y la televisión.  La naturalización de expresiones que justifican la violencia contra las mujeres a través de supuestos móviles como el amor, la pasión o  los celos así como la reproducción de estereotipos discriminatorios que refuerzan el sistema estructural de subordinación de las mujeres, matriz dentro de la cual se producen las distintas modalidades de la violencia de género continúan  presentes en los discursos periodísticos.

Creemos oportuno reiterar desde este espacio un llamado al cumplimiento de la Ley 27.039 de Difusión de la Línea 144 siempre que se hable de este tipo de violencias y recordar una serie de recomendaciones para  un abordaje responsable  de los femicidios, que posibilite la prevención de nuevos casos de violencia contra las mujeres:

 

– La violencia contra las mujeres es una problemática social y de interés público, por tanto  es recomendable que su cobertura supere el relato del episodio individual, personal y aislado, teñido de matices sensacionalistas.

– En tanto que problemática de derechos humanos, la violencia contra las mujeres  debe ser tratada con imágenes o relatos que no afecten su dignidad.

– Abordar las noticias propiciando un tratamiento con perspectiva de género y enfoque de derechos.

– Evitar los detalles escabrosos, las descripciones morbosas y todo otro tipo de elementos o utilización de recursos que pudieran configurar un tratamiento sensacionalista, desde la musicalización, y las reconstrucciones o infografías.

– Acudir a profesionales y expertos/as en la problemática para poder cubrir desde distintos aspectos las noticias sobre violencia contra las mujeres, para lograr una lectura profunda y fundada de la problemática.

– No ofrecer motivos o justificaciones de la violencia contra las mujeres en las conductas de sus víctimas.

– No apelar a construcciones tales como “Otro caso de violencia…”, “Nuevo caso de…” que banalizan la gravedad del problema.

– No  infantilizar ni subestimar a las víctimas con  diminutivos, apócopes o apodos.

– Solicitar capacitación o sensibilización sobre la problemática a los organismos del Estado que trabajan estos temas, así como a las organizaciones de la sociedad civil pertinentes o a las áreas de género de las universidades.

– Adjuntar siempre información útil que facilite la denuncia de situaciones de violencia contra las mujeres. Línea 144 de Contención, Información y Asesoramiento para la Violencia de Género

– Utilizar un lenguaje inclusivo y no sexista. No situar a las mujeres en posición de inferioridad o dependencia.

– No recurrir al uso de estereotipos, mitos o creencias que supongan relaciones de subordinación o dominación de las mujeres por parte de los varones o que resulten degradantes y reductoras. Difundir mensajes que fortalezcan y colaboren con la equidad y el tratamiento igualitario de mujeres y varones.

– Cuidar el tratamiento de los temas que involucren a las mujeres, evitando acentuar prejuicios e ideas naturalizadas o degradantes.

– Omitir discursos audiovisuales que representen una imagen erotizada de las mujeres víctimas de violencia de género.