El martes 16 de diciembre el Observatorio de la Discriminación en Radio y TV presentó la segunda parte del «Monitoreo de las Discapacidades en la TV» en el Salón Azul de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), liderada por Hugo Yasky.

Este Monitoreo se realizó sobre un total de 400 horas visualizadas de la programación de los Canales de televisión abierta analógica, donde se identificaron  los modos en que las producciones tratan y muestran a las personas con discapacidad, los mensajes que las incluyen y cómo son abordados aquellos temas que las involucran.

La apertura de la jornada estuvo a cargo de Alicia Ramos, Directora de Investigación y Producción de la AFSCA, quien presentó los encuadres teóricos y normativos de la temática, los resultados generales del Monitoreo, y conclusiones relativas a la perspectiva de género, al lenguaje y los avances en la implementación de las herramientas de accesibilidad en televisión.

En un segundo momento,  Adriana Pedrolo y  Cintia Braccioli por el AFSCA y Úrsula Asta por el CNM repusieron los resultados desagregados por formato: Periodísticos, infantiles, talk shows, reality shows, entretenimiento, magazines, ficción, publicidad y programas de deportes.

Por último, Tatiana Hirschhorn por el INADI y Myriam Pelazas, Coordinadora del Observatorio aportaron diversas conclusiones y abrieron el debate. La jornada contó con una amplia convocatoria de público que participó de manera activa del encuentro.

En los próximos días estará disponible en el sitio web el Monitoreo completo.  A continuación facilitamos un resumen y recomendaciones del trabajo.

RESUMEN del MONITOREO DE LAS DISCAPACIDADES EN LA TV
El Monitoreo de las Discapacidades en la TV nace de la necesidad de conocer las formas de producción y las modalidades de tratamiento de la discapacidad en los contenidos de los cinco Canales de TV abierta.

La primera parte abordó los encuadres teóricos y normativos de la temática, los resultados generales del Monitoreo, la inclusión de la perspectiva de género en relación a la discapacidad, cuestiones relativas al lenguaje y, por último, los avances en la implementación de las herramientas de accesibilidad en televisión.
Esta segunda parte de la entrega abarca la totalidad de los formatos televisivos en los que se identificó la presencia del tema de la discapacidad: informativo y periodismo de espectáculos; programas de ficción, infantiles, deportivos, animación para adultos/as, talk show-entretenimiento, avances promocionales, publicidad, magazine, educativo y de divulgación general.
A continuación compartimos los resultados más relevantes que se desprenden de la segunda parte del trabajo en relación a los diferentes formatos y géneros televisivos y delineamos una serie de recomendaciones y conclusiones a modo de herramientas que sirvan de aporte a los y las responsables de las distintas producciones.

DISEÑO DEL ESTUDIO Y METODOLOGÍA

Se diseñó una muestra a partir del método de la “semana construida”, que consiste en seleccionar un día de la primera semana del período elegido, luego el segundo día de la segunda semana y así consecutivamente hasta abarcar solo los cinco días hábiles.
De esta manera, se visualizó una semana de lunes a viernes de los cinco Canales de aire (Canal 2, Canal 7, Canal 9, Canal 11 y Canal 13) con su programación completa entre las 8 y las 24 horas. Se tomaron como muestra los siguientes días: lunes 10 de marzo, martes 18 de marzo, miércoles 26 de marzo, jueves 3 de abril y viernes 11 de abril. Así, se relevaron 16 horas diarias, por cada Canal, lo que dio un total de 400 horas.
En las 400 horas de programación que conformaron la muestra, se identificaron 176 registros sobre esta temática. Es decir, unidades de análisis o de mensaje, que presentaron la discapacidad bajo una o más modalidades (tematización o mención de la discapacidad, participación o imágenes de Personas Con Discapacidad –PCD-). El estudio, tal como mencionamos anteriormente, incluyó los diferentes formatos y/o géneros televisivos, avances promocionales y tandas publicitarias.
Distribución de resultados según formatos

El mayor porcentaje de segmentos corresponde a programas informativos y periodísticos de espectáculos (29,6%), seguido de los avances promocionales (21 %). Luego el género ficción obtuvo un (14 %), y en orden decreciente el resto de los formatos.

– Informativos y Periodismo de espectáculos:

Pocas veces se mencionó la discapacidad de modo correcto. Se utilizan términos como “minusválidos, lisiados, paralítica”.

En el 44% de los registros hubo participación de PCD a través de entrevistas, testimonios, periodistas, columnistas. En cuanto a la distribución por género, el 43% corresponde a varones, el 30% a mujeres y el resto correspondió a un abordaje transversal de la temática.

Solamente el 27% fue abordado mediante un enfoque de DDHH y desde el modelo social.

– Programas de Ficción:

La representación de PCD en el género ficción ocupó el 14 % del total de la muestra. Otro dato a destacar es que, dentro del total de los casos donde hubo participación de las PCD –a diferencia de aquellos en donde sólo fueron mencionadas o tematizadas. El 53,8% de esas participaciones fueron encontradas en programas del género ficcional.

Sólo en un 4% el abordaje se hace desde un modelo social.
Por fuera de este porcentaje, se destaca que la discapacidad aparece asociada al castigo, a la culpa y a la tragedia. Al tiempo que las PCD son representadas como objeto de pena y compasión, se las muestra dependientes y sin autonomía.

Para ellas/ellos no hay “final feliz” si no son rehabilitadas/os.

En programas humorísticos se observan caracterizaciones donde se las infantiliza y ridiculiza.
– Infantiles:

Del total de la muestra, el 8,5 % corresponde al género infantil. Esto revela que hay invisibilización de la discapacidad en este formato. Sólo el 20 % corresponde a un enfoque con perspectiva de derecho. Un dato a destacar es que, según lo arrojado por la muestra, no se observa la participación real de PCD en la programación correspondiente al género infantil.

– Deportes:

Ocupó el 4% del total de la muestra. Se observa escasa participación de PCD. Se destaca la no cobertura de programas sobre deportes adaptados o inclusivos. Solo se presentan como espectadoras/es, no participan en la organización de eventos deportivos.

– Talk Shows – Entretenimientos

Se registró la temática dentro de este formato en un 3% de la muestra. Hay ausencia de una mirada de DDHH. Los abordajes se presentan desde paradigmas médicos y de prescindencia.

Entre las características vinculadas al tratamiento otorgado a la temática, se destacan: la beneficencia, caridad, morbo, sensacionalismo, hiperemotividad.

Presentan el acceso a derechos como dádivas, donaciones o aportes solidarios.
Hasta aquí presentamos una breve síntesis en la que destacamos los resultados más relevantes sobre algunos formatos y/o géneros televisivos analizados. Resulta necesario puntualizar que el trabajo se completa con la inclusión de aquellos contenidos que se encuadran en publicidad (7%) del total de la muestra; magazine (8%). Luego le siguen educativo y divulgación general (1%) y animación para adultos/as (3%). Si bien no aparecen desarrollados en la presente síntesis, sí están contemplados en el informe completo.

 

CONCLUSIONES GENERALES

En el plano legislativo, la última década ha estado impregnada de avances en materia de reconocimiento de derechos, producto de las luchas lideradas por las PCD, que fueran interpretadas y acompañadas por el desarrollo e implementación de políticas públicas inclusivas, refrendadas por las distintas legislaciones y por el Estado Nacional. En este orden de ideas entendemos que nuestra sociedad atraviesa un momento de importantes transformaciones socio-culturales y por ello la televisión, en tanto ocupa un destacado lugar en este proceso de cambios, debiera representar estas transformaciones.
Nuestras conclusiones surgen entonces a partir de dos planos diferenciados. Por un lado, la forma en que las PCD son caracterizadas en la televisión argentina. Por otro lado, la manera en que las discapacidades son visibilizadas como producto de barreras sociales.
En este marco, para mejorar la representatividad y la forma en que son caracterizadas las PCD en los medios de comunicación, los y las responsables de los medios cuentan con diferentes fuentes para informarse, por ejemplo, cada vez son más los y las expertos/as de los organismos del Estado pertinentes, así como los y las referentes de asociaciones de PCD que bregan por el ejercicio pleno y efectivo de sus derechos. En efecto, al tratar cuestiones que las involucran, los medios de comunicación deberían evitar enfoques de condescendencia o humillantes y centrarse más bien en las barreras a las que se enfrentan estas personas y a la positiva contribución que ellas pueden hacer una vez que se eliminen estas barreras. La visibilización y de alguna manera el hecho de “denunciar”, es decir, de sindicar, la existencia de estas barreras constituye una tarea loable que en muchas ocasiones los medios de comunicación logran vehiculizar.
También nos interesa señalar el valor de la palabra a la hora de referirse a las PCD y al nombrar las barreras que obstaculizan el ejercicio pleno de derechos por parte de este colectivo históricamente vulnerado; las discapacidades tienen que ver con un largo proceso cultural, por tanto los medios de comunicación pueden perpetuar ciertas miradas si no hay cierta reflexión sobre sus prácticas.
Cada uno de los formatos que hemos analizado en este estudio ha arrojado distintos resultados relativos a la invisibilización respecto de este colectivo social. En términos generales nos interesa destacar que, por un lado, las PCD no suelen protagonizar los distintos formatos donde son mencionadas y representadas. En general, la televisión recurre a actores y actrices sin discapacidad para representarlas. De hecho, prácticamente tampoco aparecen las PCD presentadas como especialistas, periodistas o personas que son entrevistadas por cuestiones generales, etc. Tampoco hemos visto abordajes que en términos generales aborden las discapacidades como producto de barreras sociales. No obstante, lo que sucede es que las PCD son sujeto de discriminación no sólo por cuestiones relativas con esta característica, sino que incluso son sujeto de discriminación por motivos socioeconómicos y por razones vinculadas con la división sexual del trabajo. Aparecen las discapacidades entonces como un factor multiplicador de discriminación.
Estas conclusiones nos comprometen entonces a continuar nuestra tarea de visibilizar las prácticas discriminatorias que este colectivo social vivencia de manera particular, y a acercar a los y las responsables de los discursos televisivos distintas recomendaciones para que las PCD tengan acceso a conocer todas las historias y las noticias audiovisuales. De esa manera, consideramos de suma importancia que las PCD puedan también poner en escena sus saberes, otorgándoles visibilidad y representación sin ser estigmatizadas. Es decir, que dejen de ser discriminadas y aparezcan como una presencia más en un magma ciudadano cada vez más complejo e inclusivo.

RECOMENDACIONES GENERALES [1]

● Interiorizarse sobre qué implica el abordaje de la discapacidad desde un modelo social, para alejarse de los enfoques de la prescindencia y médico, que traen formas de referirse a la discapacidad utilizando lenguajes y actitudes discriminatorias.
Para llegar a abordajes inclusivos desde los diferentes formatos, proponemos:

Ficción:
Evitar naturalizar estereotipos de personajes sistemáticamente caracterizados/as como personas enfermas, dependientes, manipuladoras, objetos de pena o de burla, ataviadas con mantas en las piernas, parches en los ojos, distintos elementos que ocultan la discapacidad. Poder plantear finales felices conviviendo con la discapacidad. Abandonar el recurso de la discapacidad como algo gracioso o grotesco en los casos en que participan personajes con discapacidad en las comedias. Incorporar PcD en los elencos actorales.

Programas infantiles:
Excluir los estereotipos estéticos y corporales que puedan afectar la autoestima de los/as niños/as con discapacidad, situando siempre la historia o imagen del/la niño/a dentro de su contexto real; integrar una programación diversa de acuerdo a la edad y a las particularidades de cada región del país promoviendo el respeto por la diversidad;

Noticieros y programas periodísticos:
Ofrecer una imagen activa de las PCD dentro de las noticias, otorgándoles no sólo visibilidad sino también participación y voz dentro del relato; evitar imágenes melodramáticas, de marginación o victimizantes para informar, y huir de aquellas que despierten un interés morboso y/o paternalista. Esto mismo debiera suceder en los talk shows, magazines y en los realitys.

Programas deportivos:
Visibilizar a las PcD que practican deportes en todos sus ámbitos (escolar, terapéutico, recreativo y de competición), incorporando en las coberturas también el deporte inclusivo, integrador de todas las personas. Asimismo no es positivo que la idea del éxito de las PcD se limite sólo a lo físico-corporal.

Publicidad:
Visibilizar la discapacidad y las PCD en el discurso publicitario. En general el tratamiento de esta temática sigue siendo promovido por organizaciones de la sociedad civil y por instituciones oficiales.

– En todos los casos es importante evitar el lenguaje discriminatorio y estigmatizante que pone el énfasis en la discapacidad por delante de la condición de persona. Utilizar formas correctas para definir a las PCD: los adjetivos sustantivados como minusválido/a, incapaz o discapacitado/a, deben evitarse para llegar a superar la concepción de “enfermo/a” o “paciente”. Recomendamos utilizar los términos adecuados para hablar o escribir desde una perspectiva inclusiva y no discriminatoria, ya que las personas modelamos nuestra identidad y el mundo en que vivimos a través del lenguaje.

– Asumir un enfoque de la discapacidad desde una perspectiva de género que conlleve a evitar la vulneración de derechos y promover la inclusión en igualdad de condiciones de toda la población. Dar voz a las PCD, es decir, permitir que hablen por sí mismas. Esta práctica permite desnaturalizar una mirada de las PCD como seres dependientes y faltos de autonomía.

– Hacer efectivos los derechos a la información y a la comunicación de las PCD, cumplimentando las cuotas horarias de las herramientas de accesibilidad y garantizando la calidad de las mismas de acuerdo a lo dispuesto por la normativa vigente.

– Visualizar aspectos que mejoran la calidad de vida de las PcD: el transporte adaptado, la atención sanitaria, la inserción laboral, etc.

– Evitar insultar utilizando la discapacidad.

 

Notas:
________________________________________
[1] Algunas de estas recomendaciones se basaron en la Guía periodística para informar con responsabilidad sobre niños/as y adolescentes CONACAI.