En apoyo a Florencia de la V
Ante las palabras emitidas por la conductora Florencia de la V el miércoles 13 de noviembre en el programa “La Pelu” que se emite por Canal 11 -Telefé- como respuesta al programa “Bendita” en el que Viviana Canosa y Marcelo Polino hicieran referencia a su identidad de género, el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión considera necesario realizar algunas recomendaciones respecto del tratamiento mediático brindado a los hechos.
Florencia de la V en su programa se refirió a la discriminación sufrida el día anterior a través de un informe emitido por “Bendita” que conduce Beto Casella y el posterior tratamiento respecto de la noticia.
En el segmento cuestionado se presentó una nota sobre una supuesta pelea entre Florencia de la V y el periodista de espectáculos, Marcelo Polino, que generó -entre otros comentarios- declaraciones de la conductora Viviana Canosa. Esta última señaló que esta “pelea” era “una pelea de tipos” mientras que el conductor de Bendita señaló, por ejemplo, que “se tiran con los pitos”. Con relación a estas declaraciones, Florencia de la V expresó que la situación le “provocó un profundo dolor”, “El tema es que no le dieron el debate que la situación merece», señaló sobre el abordaje realizado en el programa ante las discriminaciones por identidad de género que aparecían en el informe. “Somos ejemplo del mundo en Argentina, por la ley de matrimonio igualitario, por la ley de identidad” dijo la conductora a la vez que resaltó: “No quiero que ningún hombre, mujer, adolescente o niño sientan lo que yo sentí”. “Como comunicadores tenemos un deber”, llamó la atención sobre prácticas discriminatorias perpetradas a través de los medios de comunicación.
Desde este Observatorio queremos manifestar que las declaraciones transfóbicas contrarían el espíritu de la Ley N°26.743 de Identidad de Género, sancionada y promulgada en el año 2012, que expresa que una persona trans se identifica, siente y/o expresa un género diferente al que le ha sido asignado desde su nacimiento independientemente de sus genitales.
Asociar la identidad de género con la genitalidad, como expresan los dichos de Viviana Canosa y Beto Casella, implica fomentar la discriminación y estigmatización hacia las personas trans. También la ausencia de debate –en consonancia con la denuncia realizada por Florencia sobre lo que se había dicho de su persona- implica banalizar e incluso frivolizar el tema. Eso mismo sucedió en otros programas que también hicieron un tratamiento estigmatizante de la noticia reduciendo el tema de la identidad de género a un aspecto biologicista.
Ahora bien, de modo contrario, la visibilidad otorgada al tema a través de “La Pelu” constituye una buena práctica, así como el tratamiento sobre violencia de género que al día siguiente se efectuó durante la primera media hora de ese programa. Allí, hubo un panel de expertas en la temática y en los zócalos -más allá de que no se hizo un rastreo exhaustivo de las instituciones que brindan ayuda en esos casos, por ejemplo no se dio cuenta de la Línea 144-, se ofreció información sobre dónde pueden acudir quienes padecen esa violencia. Cabe señalar también que en relación a este episodio otros programas también realizaron una cobertura positiva sobre la identidad de género.
De manera que es importante señalar que a través de estas buenas prácticas se desacrediten aquellos discursos que configuran violencia mediática tal como lo establece la Ley Nº 26. 485 -sancionada en 2009- por discriminar y atentar contra la dignidad de las mujeres. En este caso si bien la mención fue particularmente a la conductora Florencia de la V, el hecho se traduce en un caso de violencia hacia todas las personas trans.
Por tanto, es imperioso que los medios de comunicación contribuyan a romper con determinados discursos que naturalizan la discriminación y reproducen estereotipos. Una postura crítica y un abordaje inclusivo e igualitario es lo esperable por parte de los medios de comunicación. Generar las condiciones para lograr las transformaciones culturales que deben acompañar los avances en el reconocimiento de derechos que se viene logrando debería ser un compromiso de todos y todas.