Abril 2013

De cómo las mujeres van derechito al matadero

El programa radial “El ángel del Mediodía” conducido por Baby Etchecopar fue relevado en otras oportunidades por el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión(1) . Asimismo, a lo largo del tiempo, este espacio  recibió diversos reclamos en razón de la perspectiva discriminatoria que por motivos de género, sociales, políticos, de aspecto físico, orientación sexual y orientación de género se construyen y se difunden desde el mismo. El siguiente análisis se basa en el desarrollo de algunos de los diálogos mantenidos por el conductor y  su equipo durante el programa del 22 de marzo de 2013 en el que se verificó un discurso misógino y con un alto grado de violencia hacia las mujeres.

El fragmento radial que mencionamos comienza a desarrollarse hacia el minuto 9 del programa:
BE: “El negro (el Negro Oro) miente, señora. Las viejas boludas que esta mañana llamaron: `Ay negro, me enamoré con esta música, negrito qué buen oído tenés`. No se coman el pescado, eso es pescado podrido.(…). Escuchame una cosa, la mina como vos, si no van con la piedra pómez en el bolsillo, se transforman en cascote cada dos cuadras. Y si, peor, torno y torno sacando carne crecida. La mujer cuando pasa los cuarenta años, si vos la dejás diez días sin depilar y sin la piedra pómez te encontrás con una pierna peluda (min 10:09). Se transforman en un monstruo, así nomás te lo digo, mirá, le crecen pelos, bigotes… La quetejedi: lacio y largo, canoso, medio tordillo viste. Son un asco (min 10:25). Porque el hombre envejece con dignidad, el hombre puede tener panza, hay gente con panza, yo conozco un par de amigos que tienen pancita. (…)No, pero yo te digo esto, el hombre envejece con dignidad. Puede tener el culito chato, las patitas flacas, mmmm bueno, es lo que hay, pero ¿ustedes se vieron?
Belén: -No, no, nos deformamos.
B. E.: -Yo no quiero hacer este programa porque después me van a odiar, pero si vos tenés que empezar a descartar la que no pasa por la medida… -¿Viste que cuando fabrican alfajor o todo lo que se fabrica pasa por una matriz, pasa por ahí y se envasa, no pasa se bocha, hay que tener una matriz para las mujeres. Si pasa, como una cosa hecha en madera con la forma más o menos de una mujer estándar, no te digo Valeria Maza, te digo algo comestible, una mujer común y potable. La que no pasa por la medida…del otro lado está el que mata la vaca con un martillo en la  medianera.
Otro: -Zácate.
Belén: Me quedé con lo  de la mujer, `porque yo tengo un problema, las tetas me siguen hasta la rodilla.
BE: No, vos no pasas por ahí dentro, es como querer pasar una bolsa de papa por la cerradura. (12:38) Las mujeres que están en la medida, por ejemplo a alguna se le puede decir, hija, anda y volvé dentro de una semana que vas a pasar, pero hay mujeres (bueno, el caso tuyo y el de Silvina) que no van a pasarla nunca, ¿entendés? Nunca.
Belén: ¿Qué hacer con mujeres como nosotras?
BE: Hay dos posibilidades, como dice el señor taxista hay que sacrificarlas, o sea el martillazo en la cabeza y mandar la hamburguesa o mandarlas para el interior, a lugares donde hay presidios del sur, lugares donde no hay  ninguna mujer y ahí van a ser la Coca Sarli. Hay tipos que comen cualquier cosa (risas) hay un pedido para Sunchales, ahí te agarran viste…Llevarlas a la cosecha de la soja, vos las dejás atrás de un árbol y cuando los muchachos pasan con la rastra, le dan un saque y siguen.
Belén: Vos sabés que gente como vos, uno mira la mujer que tiene al lado y es gente como uno.
BE: Yo duermo con un vampiro hace 35 años.
Belén: Ah, por eso lo decís, por resentimiento.
BE: ¿Vos viste algo peor que laburar todo el día, transpirar la camiseta y llegás a la noche y la ves dormida que parece el cadáver de Teresa de Calcuta, con la boca abierta y la baba aquí al costado? Es horrible, después dicen: -¿Qué pasa que no tenemos relaciones? ¿Y vos te pensás que soy Walt Disney que de un ratón hago un ratón Mickey? Para mí un ratón es una rata, y te mato entonces, realmente…hay dos cosas que quiero tocar hoy: lo bueno que es el hombre que a pesar de verlas tan  adefesio, tan deformadas, sigue volviendo a la casa porque cualquier persona no vuelve más, en cambio nosotros hacemos de tripa corazón y volvemos… Todo: el culo chato, parece que tuvieran un pañal puesto, no le quedan los jeans…
Belén: Pero ¿vos pensás que otra mujer te va a dar bola?
BE: Voy a institucionalizar el día del amante, porque el amante o la amante son las que hacen que ustedes las horribles sigan manteniendo el matrimonio. Ustedes tendrían que besarle los pies a la amante, decirle gracias, gracias porque por lo menos me lo mantenés con vida, porque si fuera por  ustedes estaríamos todos colgados de un árbol en Palermo. Pero gracias a la amante que es la que te da ganas de vivir, de reír, el perfume, la bombacha que no es de nylon, la amante nunca tiene callos, no tiene hemorroides, nunca tiene hongos
Belén: Nunca labura
BE: Nunca labura, se cuida las manos, no te agarran esas manos que parecen un rallador de “estuve toda la tarde cocinando”. La amante es la mujer y La de tu casa es Ésa, es la bruja, la otra. (Risas) Por eso hay que institucionalizar el día del amante, hombre o mujer. Cuántas mujeres gracias a hombres como yo, que tiene mundo, tienen calle. Perfumados, las manos impecables, conocen el amor, y después van a la casa y tienen ese lobo marino tirado en la cama que se levanta con el slip a la noche y vuelve con la aureola, caminan así como un plantígrado que se desgracia en la cama  y parece que se cayó la losa, esa bestia que eructa después de los tallarines y se cree que es una gracia,  “estoy con tos”, esos chistes boludos de grasa,  guarango, de guanaco. El que se desgracia arriba el auto cuando vas a Mar del Plata y dice “roto pero suena”, ….o a la mañana  empieza a escupir en la misma pileta donde vos te tenés que lavar los platos, por eso mismo, gracias a dios que hay una calidad de gente diferente, una clase de gente como es mi caso, que somos gente fina, con nivel intelectual, gente que la mujer cuando nos ve por la calle aunque no nos pueda alcanzar, porque en muchos casos somos un fruto inalcanzable, dicen “todavía queda alguno” como una muestra gratis en un mercado del usado (aplausos).
Diálogo en el Teléfono
Belén: ¡No somos todas Valeria Maza, Baby!
BE: Por eso mismo, por eso mismo, hay una sola. No hay muchas Valeria Maza. ¿Cómo puede ser que uno, encima que les está dando de comer, le está dando vivienda, les está dando un mendrugo para que se lleven a la boca (risas) uno llega a la noche y está la estúpida con el control remoto apretado, le abrís los dedos como a un muerto para sacárselo y te dice -¡Dejá que estoy mirando! ¿Qué estás mirando si estás dormida?, ¿qué escuchás, si es de Chaplin? (risas) No estás escuchando nada, dame el control remoto. Y empieza la lucha por el control remoto y se da vuelta, se pone de culo en la otra punta de la cama (gracias a Dios)
Belén: Bien que cuando quieren algo dicen: “Dése vuelta que la preciso”.
BE: Sí, dése vuelta que la preciso mirando pa’fuera… La mujer es un roedor, hicieron un estudio genético. La mujer es un mono roedor.  Vos sabes que muchos científicos me llamaron para decirme que yo odiaba a las mujeres, que era misógino… ¡Noooooo!, soy un investigador de la raza, hay más puras y menos puras.
Si vos llevás, por ejemplo a un orangután, vos pones a Carlitos el cerrajero, (22:27) le ponés un orangután, depilás un orangután, le pintas los labios, le ponés una pollera, un top y te vas con el orangután a una fiesta donde hay jueces, políticos, todos, con el orangután de la mano, el orangután con tacos y un corpiño, todo. ¿Sabés que te van a decir?: “Hola que tal, tu señora mucho gusto”. Porque las viejas que van al Alvear, todas estas viejas parecen orangutanes, vos viste lo que parecen cuando se ponen colágeno, parecen Quico, se inflan los cachetes, la boca, los dientes, todos tienen la misma cara. ..
Realmente esa fue mi teoría con la que demostré mi tesis para recibirme de profesor, donde demuestra que si a un mono lo vestís de seda, mujer queda. (Aplausos)
(…)
BE: Hablando de tocar la flauta,  cuando tocan la flauta, vos miras pa’abajo en algún momento, te miran con los ojitos así blancos pa’arriba, esa cara de estúpida.
Belén: ¿Pensás en ese momento “que cara de estúpida”? Ay, no lo hago más, qué feo que el que está con vos piense que tenés cara  de estúpida.
BE: Es que tenés cara de estúpida, Belén, y encima decís: ¿Estás contento? (risas)
Luego de otros mensajes telefónicos y del flash de noticias de las 13:30 hs. el programa continúa desarrollando el tema:
BE: Esto ratifica mi teoría sobre las mujeres, son bestias, son animales. (…)

Análisis

Si bien es evidente que en tales diálogos -sobre todo en las consideraciones realizadas por el responsable del programa- aparece una serie de insultos y burlas hacia las mujeres en general y hacia las que tienen más de 40 años en particular, aquí nos extenderemos en el análisis de algunas de esas argumentaciones.
En principio, reconocemos que existen recursos como el humor, la parodia o la hipérbole, así como estilos que pueden hacer a la personalidad de algunos/as comunicadores/as(2) . No obstante, hay cuestiones que rebalsan posibles contratos de lectura entre un/a conductor/a y un/a oyente, cuando se profieren expresiones humillantes, se falta el respeto, o se hace apología de algún delito. Por tanto contenidos de tal calibre constituyen una irresponsabilidad y un menoscabo a la ciudadanía(3) .
Yendo más específicamente a nuestro análisis, entendemos que aquí se procede a una vasta reproducción de estereotipos que vuelven denigrantes las trazas naturales del paso del tiempo en el cuerpo las mujeres, reduciéndolas al estado de objeto consumible o como dice el conductor “comestible o no comestible”. Por lo demás se trata de opiniones esencialistas que se hacen sobre las mujeres y también sobre los hombres ya que aparece la idea de que ellos, en cambio, envejecen “con dignidad”(4) .
Antes de avanzar con el tema central de nuestro análisis -la violencia verbal ejercida contra las mujeres de más de 40 años-, aquí haremos un paneo de cómo se materializa la discriminación por rasgos físicos.
El ideal estético dominante de la mujer en nuestra sociedad (blanca, joven, delgada, alta, musculosa, busto y glúteos prominentes) resulta desde una concepción patriarcal y sexista, condición excluyente para la aceptación social y el éxito, lo que no se expresa igual para los hombres(5).

En rigor, para el conductor las mujeres formarían parte de una subespecie “La mujer es un roedor, hicieron un estudio genético. La mujer es un mono roedor.  Vos sabés que muchos científicos me llamaron para decirme que yo odiaba a las mujeres, que era misógino… ¡Noooooo!, soy un investigador de la raza, hay más puras y menos puras”.
Una vez más, el conductor está exagerando y busca “divertir” a sus radioescuchas con sus ocurrencias retrógradas, puesto que conceptos como el de “raza” si no  se han dejado de usar, han sido revisados para darles otro marco de interpretación. Asimismo hablar de razas puras e impuras constituye un canon del nazismo por cuanto parecería querer reforzar su idea de “outsider” social al asociarse a dichas teorías. No obstante aunque presente risueña su teoría sobre las mujeres, según la cual “son bestias, son animales” -a lo largo del programa se las compara con ratas, monos y vacas(6)– la misma no se está manifestando en un marco aislado. No es posible escindir un discurso radiofónico no ficcional del marco social que contiene a dicha producción discursiva.
En nuestro país, diversas organizaciones sociales y diversos organismos del Estado llevan a cabo múltiples tareas para evitar los femicidios que, sin embargo casi a diario, siguen sucediendo en Argentina. De hecho muchos programas periodísticos y aún de ficción han abordado la problemática para poder generar cambios positivos respecto de las conductas que posibilitan esta situación social tan preocupante, así como informan acerca de los lugares donde acudir en busca de ayuda a las mujeres que padecen violencia. Mientras tanto, “El ángel del mediodía” se encarga de llevar a cabo diálogos como los anteriores y no es que no se percatan de lo que están haciendo, pues el conductor señala “sé que me van a odiar por esto”.
Como ya lo hemos señalado en otros informes, es usual que lo medios apelen a la igualación de la mujer con un mero objeto sexual, negando toda otra habilidad sociocultural, así como a algunas además se les asigna un preponderante rol de consumidoras y mantenidas. Pero, en este caso, a aquellas  que no formarían parte del “modelo” o “matriz” además se pide que se las deseche porque no parecerían tener razón de existencia. Entonces, si bien la operación discursiva de cosificación de la mujer se ofrece en múltiples programas y publicidades, “El ángel del Mediodía” avanza un paso más: las mujeres que no entran en “la matriz” merecerían morir como las vacas en un matadero, convocando no sólo una imagen morbosa y dolorosa sino también equiparando a tales mujeres con animales.
Ése es uno de los puntos nodales de nuestro cuestionamiento hacia las expresiones que circulan en el programa, otro el que aparece en el fragmento: “…hay que sacrificarlas, o sea el martillazo en la cabeza y mandar la hamburguesa o mandarlas para el interior, a lugares donde hay presidios del sur, lugares donde no hay  ninguna mujer y ahí van a ser la Coca Sarli. Hay tipos que comen cualquier cosa (risas) hay un pedido para Sunchales, ahí te agarran viste… Llevarlas a la cosecha de la soja, vos las dejás atrás de un árbol y cuando los muchachos pasan con la rastra, le dan un saque y siguen”.
En este caso además se banalizan situaciones que podrían ser prostibularias e incluso vincularse con el delito de trata de personas. Por lo demás se descalifica a los hombres que allí viven y trabajan. Una de las aristas de tal descalificación es que serían individuos de otra clase social a la del conductor.
En rigor, entonces, este fragmento radial se constituye en un discurso de odio que no admite dobles lecturas en tanto los hechos discursivos se realizan en determinado contexto social y no son entes separados de la realidad. Por otra parte, refiriéndonos directamente al ámbito en el que se llevan a cabo esas expresiones, debe señalarse que en el propio set radial se ejerce violencia laboral hacia las conductoras. Las mismas son asociadas a las mujeres que no pasan por la matriz, ergo podrían ser asesinadas por tal motivo además que se dice a una de ellas que tiene “cara de estúpida”.
La Ley Nº 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres define a la violencia simbólica como aquella que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad. Asimismo señala que la violencia mediática contra las mujeres abarca la publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construyendo patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres. Mientras que la Ley Nº 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual encuentra en esa ley 26.485 un pilar en tanto considera en pie de igualdad a hombres y mujeres y sanciona cualquier acto discriminatorio hacia las mismas. En este caso, la ridiculización que recae sobre las mujeres que no entrarían “en la matriz” comporta violencia simbólica y mediática ejercida sobre las mujeres con el objeto de reproducir, instalar y legitimar las relaciones de subordinación y poder que de modo naturalizado, a través del humor, circulan en la sociedad.

Finalmente, señalamos junto al Plan Nacional Contra la Discriminación que “las prácticas sociales discriminatorias no se explican por ninguna característica que posea la víctima de dichas prácticas, sino por las características del grupo social, sociedad o Estado que lleva a cabo el proceso discriminatorio”(7).
El programa entonces reproduce un mensaje patriarcal que debería ser desterrado en tanto enaltece un único modo de ser mujer y niega los derechos de las mujeres como sujetos integrales.

En este marco, ofrecemos algunas recomendaciones para abordar de modo más igualitario las relaciones entre mujeres y hombres:

– Descartar de plano todo discurso que de una manera u otra apologice la violencia hacia las mujeres y la trata de personas.
– Desterrar de los discursos mediáticos la idea de que hay ciudadanos/as “mejores” que otros/as y por tanto que algunos/as pueden ser desechados/as.
– La imagen de las mujeres en los medios debe tratarse con el respeto, de forma inclusiva y con las garantías que fijan las leyes nacionales, de modo de contribuir a la equidad de género y promover el desarrollo de acciones libres de violencia hacia las mujeres.
– Evitar las burlas por aspecto físico y por edad de las personas en general y de las mujeres en  particular.
– Evitar posicionar a los personajes femeninos en relación con los masculinos, en un lugar de inferioridad y dependencia.
– Evitar asignarles exclusivamente a las mujeres: roles de limpieza, cuidados y alimentación familiar  y el dominio del ámbito de lo privado mientras queda como privativo de los hombres: el espacio de lo público, del saber y de la autoridad.
– Promover la diversidad – cultural, social, étnica, – para cada uno de los géneros, que  considere las nuevas realidades vividas por muchas mujeres y varones- oficios, profesiones, intereses, etc.

Notas:

1)  Ver Día de la Pachamama y discursos discriminatorios en Radio 10. http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=987#more-987
2)  De hecho, a lo largo de los años, este programa ha construido parte de su imagen a expensas del “mal” trato hacia quienes se comunican telefónicamente con Etchecopar.
3)  Cuando las bromas y los chistes resultan ofensivos, insultantes y agraviantes claramente se tornan discriminatorios y transmiten violencia porque generalmente se trata de alguien que se está riendo de otro/a sin que haya identificación mutua. Ver Edelstein, Lorena (1998): El chiste y la exclusión: aproximación sociológica a los chistes discriminatorios. En: “La segregación negada: cultura y discriminación social”, Buenos Aires, Ed. Biblos, pp. 265 a 275.
4)  Como puede constatarse a lo largo del programa, hay un momento en donde también se apela a la imagen del “marido” como “el lobo marino tirado en la cama” o “esa bestia que eructa”. No obstante a esas imágenes se  oponen las que representaría el conductor “una calidad de gente diferente, una clase de gente como es mi caso, que somos gente fina, con nivel intelectual”. Empero este discurso de clase sí parece estar más claramente enmarcado en un contexto de ironía iniciado por la necesidad de institucionalizar “el día del/la amante” por tanto este tema aquí no lo será analizado en profundidad.
5) A partir de los años ‘80… “la corporeidad se hizo notar como nunca antes, en términos de visibilidad y espacio en el interior de la vida social, pues si en el período anterior los cuidados del cuerpo se reconocían durante su exposición en los veranos, las prácticas físicas pasan a ser más regulares y cotidianas, manifestándose en la expansión de gimnasios por todos los centros urbanos.” María Carolina Larrea Cuerpos irreales, difusión de cánones de belleza en los medios de comunicación  http://www.monografias.com/trabajos89/cuerpos-irreales-difusion-canones-belleza/cuerpos-irreales-difusion-canones-belleza2.shtml
6) “El lenguaje es el techo que nos abriga o el silencioso empujón que nos deja a la intemperie, fuera de lo humano.” Diana Maffía, Ponencia en las Jornadas de actualización profesional sobre traducción, análisis del discurso, género y lenguaje inclusivo, Universidad de Belgrano, Buenos Aires, 2 y 3 de agosto de 2012.
7) INADI, Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación. La discriminación en Argentina. Diagnóstico y propuestas, Buenos Aires, Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Instituto Nacional contra la Discriminación, 2005, pp. 143-144.